¿Adiós a los diésel y a los gasolina? Un estudio así lo afirma

 

En 8 años podría no venderse ni un coche diésel ni uno de gasolina más. Un estudio de la Universidad americana de Stanford titulado Rethinking Transportation 2020-2030 afirma que en ningún lugar del mundo se venderán más vehículos propulsados por estos dos combustibles en 2025.

Tony Seba, el autor del estudio, está convencido de que las mejoras de las baterías de los coches eléctricos en dos o tres años serán el punto de inflexión para despedirnos, de forma definitiva, de los coches diésel y gasolina. De hecho, prevé que antes de acabar esta década será habitual que las baterías duren más de 300 kilómetros y que se puedan encontrar varios modelos en Estados Unidos a un precio inferior a los 30.000 dólares.

La movilidad del futuro

Son numerosos ya los expertos que se han aventurado a vaticinar cómo será la movilidad del futuro. Este estudio es uno de los que ha ido más lejos al afirmar, categóricamente, que a los vehículos con motores diésel y de gasolina solo les quedan 8 años de vida.

Entre las previsiones incluidas por Seba, calcula que los costes del seguro de los coches eléctricos caerán un 90 % gracias a la tecnología autónoma y el coste por cada milla (1,6 kilómetros) solo será de 6,8 centavos de dólar (6 céntimos de euro). Todo esto permitirá, según su visión, que en ocho años nadie esté interesado en comprar coches movidos por combustibles convencionales.

Aún así, como la renovación del parque automovilístico será progresiva, no será hasta 2030 cuando el 95 por ciento de los kilómetros recorridos en Estados Unidos sean por coches eléctricos autónomos. El negocio del petróleo podría llegar a su fin, poco a poco, aunque alcanzará su máximo de 100 millas de barriles por día en 2020, una cifra que bajará a los 70 millones diez años después.

Olvídate de los concesionarios

Otra cosa que podría desaparecer es la mentalidad de tener un vehículo en propiedad. Solo los más nostálgicos querrán tener un automóvil propio, mientras que el resto se acogerán a una nueva forma de transporte con vehículos a demanda, como una versión ampliada de los actuales servicios de car-sharing.

Esto afectará a los concesionarios, cuya desaparición se estima, en el estudio, para el año 2024. Los fabricantes, en cambio, no creen que el cambio sea tan radical y abogan por un futuro en el que convivan una multitud de tecnologías distintas. Es decir, creen que, aunque los gasolina y los diésel perderán su dominio del mercado, crecerán las ventas de los vehículos eléctricos, híbridos, de hidrógeno e, incluso, los GLP y los GNC también tendrán presencia.

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