El fabricante francés celebra el 50 aniversario del lanzamiento del Citroën Méhari con un exclusivo Art Car del Citroën E-Mehari, el modelo eléctrico que busca recoger el testigo de diversión y libertad que tuvo el original. Esta creación está firmada por el modisto galo Jean-Charles de Castelbajac.
Mediante esta obra, ambas partes esperan representar una nueva forma de vivir, optimista y pop, sin límites en la creatividad. Para ello, han utilizado como lienzo un E-Mehari decorado con colores vivos y unos trazos originales.
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El modelo francés se presentó en un momento histórico repleto de simbología y de gran importancia para la historia de Francia. Corría el 11 de mayo de 1968, un mes cargado de simbología para el país y los movimientos sociales reivindicativos, cuando este modelo de ocio mostraba sus líneas por primera vez. Se buscaba romper con el pasado y conseguir nuevas libertades individuales y colectivas.
El Citroën Méhari pronto se convirtió en un símbolo de este movimiento, pues su diseño rompía con lo establecido hasta entonces con unas líneas rectas y angulosas y una carrocería de chapa y plástico sin lujos, preparada para todo tipo de climas y condiciones (carrocería e interior se podían limpiar con una manguera).
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Era, además, sencillo en su funcionamiento, polivalente en su uso y no tenía pretensiones de ningún tipo. Era del todo espartano. Estaba construido sobre la plataforma del Dyane 6, no superaba los 525 kg en la báscula y una mecánica sin grandes alardes le permitía enfrentarse a cualquier tipo de vía.
Pronto llegaría al mundo cinematográfico y a la televisión, lo que ayudaría a que se convirtiera en un mito, y su rendimiento le haría participar en varios raids, como el Paris-Dakar, cuando esta prueba eran toda una aventura.
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El coche se produjo durante 19 años (de 1968 a 1987), tuvo una fabricación total superior a las 145.000 unidades y, aunque su cotización no es muy alta en el mercado de ocasión, los aficionados al motor le siguen teniendo un gran cariño.
El Citroën E-Mehari llegó en diciembre de 2015 y quiso recoger el legado del original. Para ello, presentó las mismas armas que su predecesor en un mercado que se orientaba, poco a poco, hacia modelos ecológicos.
Contaba, y cuenta, con una mecánica eléctrica y unas formas diferentes a las que se veían en los concesionarios en esos momentos. Su carrocería también era de plástico y llegaba con un techo descubierto que se podía ‘cerrar’ con lonas (en 2018 llega la versión con techo rígido).
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El objetivo es el mismo que el de su predecesor: hacer disfrutar a sus ocupantes de su tiempo de ocio con un vehículo que puede ser realmente divertido.