Piqué ha conseguido desbancar a Benzema en las chanzas sobre las malas dotes de los futbolistas al volante. El central del Barcelona fue recusado hace unas semanas por los Mossos de Escuadra por aparcar invadiendo un paso de peatones mientras cenaba en un restaurante. Pero no ha sido la única vez.
También fue multado por responder de forma ostensible (y violenta según indicó el atestado) ante una multa a su hermano y por haber sido cazado conduciendo cuando no le quedaban puntos en el carné de conducir (al menos que sepamos), mientras que fue reprobado por muchos cuando salió del hospital con su mujer y su hijo recién nacido en los brazos de esta.
Pero no ha sido el único futbolista multado o que haya sufrido algún tipo de percance al volante. Hacemos un repaso a los casos más sonados.
Aunque en Madrid es recordado el incidente con su Lamborghini Aventador el día que lo estrenó (le dejó tirado y tuvo que llamar a la grúa), lo cierto es que no ha sido este su único percance al volante. Cerca estuvo de hacerse daño en su época en el Manchester United cuando sufrió un accidente con un Ferrari 599 en un túnel cuando regresaba de entrenar. El coche quedó muy dañado. No le debió importar demasiado, sigue teniendo un garaje envidiable con algunos de los mejores modelos del mundo.
El hoy centrocampistas del FC Barcelona sufrió un accidente con su Ferrari 458 Italia en Chile. Algo que podría pasar por un incidente sin más sucedió durante un día de descanso de su selección mientras se celebraba la Copa América de Fútbol. Dio positivo en el control alcoholemia. Fue apartado del equipo y estuvo un tiempo sin jugar con la Roja (como también se denomina la selección chilena).
Durante mucho tiempo dio más de qué hablar por sus proezas fuera del asfalto que por sus goles. Entre los embrollos en los que estuvo envuelto destacaron varias incidencias en Madrid con accidentes de los vehículos que le cedía Audi, a los que sumó otro en Isla Reunión con un Lamborghini y un Porsche involucrados o una pillada en Ibiza en 2011 cuando ‘disputaba’ un rally con amigos. A estos suma numerosas pilladas en Madrid conduciendo sin carné de conducir ante las que aduce que le están tramitando el carné desde Francia.
Claro caso de jugador que reacciona de forma desacertada haciéndose mucho daño. En su época del Valencia sufrió un incidente cuanto menos curioso. Fue a repostar su Audi R8 y, una vez fuera de este, se dio cuenta de que el coche se movía. No tuvo otra ocurrencia que intentar detenerlo poniendo el pie. ¿Resultado? El jugador de fútbol se fracturó la pierna. Antes ya había quemado un Ferrari 360 Modena de forma difícil de explicar.
Si la policía te da el alto, lo normal es que uno se detenga… salvo si uno proviene de un país que durante muchos años se ha visto asolado por la violencia callejera, el narcotráfico y la corrupción. Fue lo que le pasó a James Rodríguez cuando el 2 de enero de 2016 recibió el alto de la policía tras detectarlo con un exceso de velocidad (a más de 200 km/h). No paró y salió huyendo. Era jugador del Real Madrid. Se le cazó en la M40 de Madrid. Solo paró cuando llegó a los campos de entrenamiento del club. E indicó que pensaba que la Policía (española) lo iba a secuestrar. Hay infancias que marcan para toda la vida, pero que también te sirven de excusa cuando no quieres parar en un alto de la autoridad. La multa fue de 10.400 euros y se le acusó de delito contra la seguridad vial y desobediencia a la autoridad.
Albert Celades, el ahora entrenador del Valencia, sufrió un accidente el 21 de diciembre de 2000 cuando era jugador del Real Madrid en el Paseo del Prado a las 6:15 de la mañana cuando, según dicen las crónicas de la época, iba picado con Alberto Rivera, también jugador merengue en aquella época. En el atestado policial se indicó que ambos jugadores habían dado positivo en la prueba de alcohol. Justo ese día, los jugadores merengues iniciaban sus vacaciones navideñas.
Reconocido uno de los mejores centrocampistas de la década de los 90 y en la primera década del siglo XX, puede ser considerado uno de los jugadores con peor fortuna de la historia. En la temporada 01-02 perdió la liga alemana en el último momento ante el Dormunt cuando la tenía ganada a falta de tres jornadas; la final de la Copa germana ante el Schalke 04; la final de la Champions League ante el Real Madrid; y la final del Mundial de Fútbol de Corea y Japón ante Brasil. También perdió el carné durante dos años y medio en octubre de 2012 (y se llevó una multa de 10.000 euros) cuando fue cazado a 211 km/h circulando en la provincia de Cáceres.
El mexicano, de 20 años y enrolado en el filial del Sevilla, provocó un accidente en su visita a Guadalajara (México) para ver a su madre. Chocó su vehículo a 160 km/h contra otro provocando la muerte de los dos ocupantes de este.
El excentrocampista del Real Madrid ahora entrenador del Almería ya tenía fama de aficionado a la noche de la capital mientras vistió la zamarra blanca. Una vez finalizó su etapa merengue fichó por el Besiktas turco para finalizar su etapa como jugador allí. En la capital otomana, fue noticia cuando envistió un autobús con su todoterreno. Las autoridades no tardaron en llegar para poner orden. El jugador dio positivo en el control de alcoholemia. Quintuplicaba la máxima de Turquía.
Aunque muchos no lo recuerden, el ‘pelusa’ jugó en las filas del Sevilla en la temporada 92/93. Llegaba para enmendar los problemas que ya había protagonizado con el abuso de cocaína. Pero esta segunda oportunidad no salió bien. Su momento de ‘gloria’ fue el 13 de mayo de 1993 cuando a las 17:00 horas fue detectado por la policía local a más de 150 km/h por el centro de Sevilla sobre su Porsche 911 cuando llegaba tarde al entrenamiento. Su respuesta fue que “no era tanta velocidad”.
Siendo jugador del Valencia, Ricardo Costa destrozó su Ferrari en 2011 cuando regresaba a casa tras un entrenamiento. Salió ileso, no así su coche.
Una joya del fútbol que se quedó sin pulir, seguramente por su mala cabeza. Estrenó su estancia en Madrid con una multa de tráfico cuando, siguiendo al navegador de su coche, este le dijo que tenía que dar media vuelta. Lo hizo en plena calle, saltándose la línea continua. Y delante de una patrulla de la Policía. En su época del Hércules de Alicante también fue sorprendido mientras circulaba a 160 km/h por el centro de la ciudad y tras saltarse 6 semáforos en rojo y una mediana. Dijo que llevaba a un amigo al hospital, aunque este realmente mostraba signos de embriaguez.
Las normas de circulación no están hechas para el exjugador de fútbol brasileño Edmundo. En su etapa en el Manchester City acumuló 47 multas en solo tres años, lo que le costó perder 219 puntos del carné de conducir, que se tradujeron en la retirada de carné, con la obligación de volver a examinarse y multas económicas de más de 11.000 euros. Pero no queda aquí su proeza. En este tiempo la grúa se llevó su coche hasta 27 veces. ¿Te parece suficiente? A Edmundo no. En 2010 estrelló su coche, un Mercedes-Benz Cabrio, contra la cárcel de mujeres de Brescia “para poder echar un vistazo”.
Un jugador que tiene un representante de primer nivel porque siempre encuentra equipo a pesar de las historias que protagoniza. El jugador es talento puro, con un excelente físico y una gran técnica, pero allí donde está la lía. Pocas veces ha durado más de un año en un mismo equipo. Ha copado más portadas por lo que ha hecho lejos del césped que por sus goles. Aficionado a los coches, ha protagonizado no pocos accidentes y actos de indisciplina.
Uno de los protagonistas del Spanish Liverpool que se alzó con la Champions League en la temporada 2004/2005, y uno de los integrantes más carismáticos de la selección española que se alzó con dos Eurocopas y un Mundial de Fútbol, tuvo que comparecer ante un tribunal en 2007 que le declaró culpable por conducir por encima de los límites de velocidad en una céntrica calle de Liverpool mientras circulaba con un Porsche 911. Tuvo que pagar 250 libras de multa (unos 300 euros).