El Audi R8 Spyder V10 goza de genética de carreras para disfrutar en la calle… y al aire libre. Estamos ante uno de los descapotables más rápidos y potentes del momento.
El Audi R8 Spyder V10 es un coche especial. Por esta redacción pasan vehículos de todo tipo: berlinas, SUV, familiares… Con todos, en mayor o menor medida, hacemos al año una gran cantidad de kilómetros, pero cuando te dicen que te toca escribir la de un automóvil tan extraordinario como este, la cosa cambia. Tanto, como llamar simplemente “coche” a todo un Audi R8 Spyder V10. Casi una ofensa para semejante derroche de tecnología y fuerza.
Siempre he pensado que un cabrio no tiene por qué ser muy potente. Ahí está el Mazda MX-5 para demostrarlo, casi un objeto de culto entre los entusiastas de los “roadsters”. Sin embargo, aquí he tenido que comerme mis palabras. El excepcional motor que se esconde bajo el capó de este Audi R8 Spyder V10 no deja lugar a dudas y rompe los esquemas preconcebidos, arrojando unas cifras solo alcanzables para unos cuantos privilegiados.
El V10 atmosférico, de 5,2 litros –¿quién dijo “downsizing”?– de Audi ofrece una potencia de 540 CV, cifra que representa un incremento de 15 CV respecto a su predecesor. No es mucha ganancia, pero, a estos niveles, seguir sumando caballos es complicado. Otro dato que asusta es el de la velocidad máxima: ¡318 km/h!
El puesto de mandos te transporta directamente a las carreras. Todo está orientado al conductor, con especial mención a la instrumentación digital “Audi virtual cockpit”: ya no me imagino un modelo de la marca sin esta excelente pantalla de 12,3 pulgadas. Compruebo que el pedal del gas, aunque es dosificable, responde de forma inmediata, haciendo girar la aguja del cuentarrevoluciones con una endiablada rapidez.
Asimismo, la nueva transmisión automatizada “S tronic”, de doble embrague y siete relaciones, pide algo más de sensibilidad para maniobrar a baja velocidad. Ahora bien, enlaza marchas sin demora, tanto en modo automático como cambiando manualmente, mediante las levas o a través de la pequeña palanca de la consola. Solo noté alguna que otra brusquedad en fuertes reducciones.
Pero dejémonos de eficiencia, porque el que se compra un Audi R8 Spyder V10 lo que quiere es vivir una experiencia excitante, ¿no crees? Lo puede hacer con el techo cerrado, con un confort razonable a la vista del buen aislamiento acústico de la capota de lona. O mejor, a cielo descubierto. El techo se abre en 20 segundos, hasta los 50 km/h.
El complejo mecanismo queda perfectamente escondido tras una tapa que, además, cumple con nota en el apartado estético. El Spyder entra por los ojos, por el oído, como te he comentado, y por el tacto. Cuando digo tacto, me refiero a su impresionante aplomo, tanto en recta como en curva, al guiado preciso de la dirección y a un equipo de frenos, con discos carbocerámicos, opcionales, capaz de detener la marcha en muy pocos metros. En todos estos apartados, establece una superioridad respecto a un coche normal que, si no se siente en primera persona, es difícilmente explicable con palabras.
La deportividad del Audi R8 Spyder V10, como en la variante cupé, se calibra a través del control dinámico de la conducción “Audi drive select”, en base a cuatro modos: “auto”, “individual”, “dynamic” y “confort”. Pagando otro “poco” más, se accede a otros tres programas aún más deportivos, especialmente configurados para ofrecer el máximo rendimiento en asfalto seco, mojado o nieve.
Efectivamente, hay que tener una economía muy “saneada” para poder disfrutar de un R8 Spyder, que cuesta 209.370 euros. Viene bien equipado, una obligación por ese precio, pero con los casi 40.000 euros que valen los opcionales de esta unidad puede comprarse hasta un segundo coche.
Imagen: 5
Acabados: 5
Puesto de conducción: 4
Habitabilidad: 3
Maletero: 2
Motor: 5
Recuperación: 5
Prestaciones: 5
Dirección: 5
Caja de cambios: 5
Frenos: 5
Estabilidad: 5
Consumo: 2
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
El imponente V10 se siente en todo momento poderoso, sobre todo circulando sin capota, un deleite para nuestros oídos. Aunque sus prestaciones son estratosféricas, la conducción es relativamente asequible
Texto: Juan Pablo Esteban
Tipo de motor | Gasolina, 10 cilindros en V, atmosférico |
Cilindrada | 5.204 cm3 |
Potencia | 540 CV a 7.800 rpm |
Par | 540 Nm a 6.500 rpm |
Velocidad máxima | 318 km/h |
Aceleración | 3,6 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 11,7 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.426 / 1.940 / 1.244 mm |
Neumáticos | 255 / 35 R 19 (del); 295 / 35 R 19 (det) |
Peso en vacío | 1.050 kg |
Maletero | 112 l |
Precio base | 209.370 euros |
DE SERIE. Airbags frontales, laterales y de cabeza para conductor y acompañante, control electrónico de tracción ASR, sistema antibloqueo de frenos ABS, repartidor electrónico de la fuerza de frenado EBV, control electrónico de estabilidad ESC, bloqueo de diferencial mecánico en eje trasero, sistema de monitorización de presión de neumáticos, control de velocidad de crucero Tempomat, sistema de parada y arranque automáticos del motor Start-Stop con recuperación de energía de frenado, sistema de desconexión de cilindros COD, suspensión adaptativa Audi magnetic ride, control dinámico de la conducción Audi drive select, faros y pilotos con tecnología de tipo LED, sensores de lluvia e iluminación, retrovisores exteriores eléctricos y calefactables, acceso sin llave y arranque por botón, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, climatizador automático, asientos deportivos calefactados con regulación eléctrica, instrumentación digital Audi virtual cockpit, tapicería de cuero Napa fi na, sistema multimedia MMi navigation plus con mando de control táctil MMi touch, Bluetooth, acceso a Internet Audi Connect, Audi phone box –incluye conexión a la antena exterior y carga inalámbrica para teléfonos móviles–, equipo de sonido Bang & Olufsen, volante de cuero multifunción, kit reparapinchazos y llantas de aleación de 19 pulgadas.
OPCIONES. Pintura Amarillo Vegas (sin sobrecoste), llantas de aleación de 20 pulgadas (3.295 euros), faros LED con tecnología láser (4.455 euros), Paquete exterior en carbono brillante Audi exclusive (7.780 euros), Sideblade en carbono brillante (1.450 euros), carcasas de retrovisores en carbono (1.845 euros), tapicería de cuero con acolchado de rombos (660 euros), volante multifunción Performance plus (2.240 euros), radio digital (595 euros), escape deportivo (2.505 euros), frenos carbocerámicos (11.735 euros) y dirección dinámica (1.845 euros).