El Ministerio de Transporte alemán abre una investigación contra Audi por su posible implicación en el uso de un nuevo sistema para falsear los niveles de emisiones en varios de sus modelos. Así lo han publicado en Carscoops basándose en las informaciones del semanario Der Spiegel.
Según dicen, esto podría llamar a revisión a más de 30.000 vehículos solo en Alemania, una cifra que asciende a los 60.000, si tenemos en cuenta todos los que están bajo la lupa en estos momentos.
Al parecer, hablamos de un software distinto al que se descubrió hace tres años, ligado a diversos modelos del Grupo Volkswagen, cuando se destapó toda la trama del diéselgate. En este caso, las sospechas se centran en los modelos de Audi A6 y A7 , que presentan motores V6 TDI.
De la investigación se encargará la Oficina Federal para Vehículos a Motor (KBA) de Alemania, con el objetivo de determinar si, en realidad, la marca ha continuado manipulando las cifras de los niveles de partículas en la mecánica de sus diseños. Si finalmente se demuestra, lo más seguro es que se tomasen represalias por la vía judicial, al igual que ha sucedido con otras marcas. Por ejemplo, la imputación de algunos miembros de la directiva de Volkswagen que tuvo lugar hace unos días en los juzgados de Estados Unidos.
¿Qué efectos produce este nuevo software?
De acuerdo con lo publicado en este medio digital, el sistema que podrían llevar estos modelos de Audi ralentizaría el uso del líquido de limpieza de partículas, AdBlue, dentro del catalizador. De este modo, conseguirían unos datos de emisiones que cumplirían con la normativa vigente, pero que no serían reales.
Los coches serán más caros con las nuevas pruebas de emisiones
En su defensa, el presidente de Audi, Rupert Stadler, ha explicado que informan con regularidad a la Oficina de Transporte Automovilístico sobre los resultados obtenidos en sus programas de pruebas de emisiones. Asimismo, ha asegurado, según las declaraciones que recoge ABC, que se han producido irregularidades, pero que se trata de un error. “Es serio, pero no hablamos de una nueva manipulación de software. El problema es que se omitió la eliminación de un módulo de software en el control del motor de los modelos A6 y A7 que van a dejar de producirse», ha añadido.
