Los últimos casos de atropellos a ciclistas y peatones van a tener su efecto en el Código Penal. Durante esta semana el Congreso de los Diputados votará el borrador de la reforma del Código Penal, que prevé un aumento de cuatro a nueve años de prisión para los casos más graves, con víctimas mortales o heridos. Aunque, en opinión de las víctimas, no es suficiente y piden mayor castigo.
Esta reforma, según informa Europa Press, afectará especialmente a dos artículos del Código Penal. Son el artículo 142, referente al homicidio por imprudencia, y el 195, sobre la omisión del deber de socorro.
Tres escenarios posibles
Los expertos en Justicia y Seguridad Vial de los diferentes grupos parlamentarios han creado, a partir de ahora, tres escenarios para la consideración de imprudencia grave cuando se comete un delito contra la seguridad vial: por exceso de velocidad, por conducir influenciado por drogas u otras sustancias (algunas dejan un rastro de varios días) o cuando se conduce bajo los efectos del alcohol.
Así, se mantienen los casos como leves, menos graves y graves, pero si se da alguno de los supuestos anteriores pasará a ser automáticamente como grave (hasta ahora era un juez el que decidía esto). Con este cambio se aplicará la pena máxima que contemplará el Código Penal: hasta 9 años. Además, también aumentará el tiempo de retirada del carné de conducir, aunque no se ha detallado cuánto.
Insatisfacción de las víctimas
Las asociaciones de víctimas por accidentes de tráfico no han quedado satisfechas con el cambio normativo. Varios colectivos entienden que cualquier infracción de tráfico o accidente que implique lesiones, no solo víctimas mortales, debería ser considerada imprudencia, como mínimo, de segunda categoría. Y esto debería suceder independientemente del estado del conductor. En la actualidad estas son consideradas leves y se tramitan por lo civil.
