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El sueño al volante, la cara B de la pandemia

Una de las consecuencias de la pandemia es la cantidad de conductores que conducen con sueño.

No corren tiempos fáciles para nadie. La segunda ola de la pandemia, la crisis económica, la inseguridad laboral, la inestabilidad política… nadie es inmune a todos estos problemas y una de las consecuencias es la dificultad para conciliar el sueño, un problema que antes tenía el 60 % de la población y que en esta época ha alcanzado el 90 % de los ciudadanos lo que se traduce en un importante número de conductores somnolientos al volante cada día.

Estas son las cifras que maneja la DGT con los cálculos de Elia Gómez Merino, neumóloga y médica experta en Medicina del Sueño de la Unidad de Sueño HLA Vistahermosa. Esta misma apunta a que no dormir bien afecta negativamente a la seguridad vial pues genera problemas metabólicos, cardiovasculares, cognitivos, gastrointestinales y emocionales de manera que nuestra disposición para situarnos tras un volante y conducir no es la mejor. Más adelante analizamos los problemas que genera el sueño en el volante.

El cansancio, tras el 30 % de los accidentes

Según apunta el doctor Joaquín Terán en un artículo titulado ‘Archivos de Bronconeumología’, al que hace referencia la revista corporativa de la DGT, el cansancio o la somnolencia estarían detrás del 30 % de los accidentes de tráfico, especialmente de los que tienen lugar a media tarde o a media noche, en vías rápidas y con un único vehículo implicado que se sale de la carretera.

Es decir, en los momentos en los que los coches circulan a una velocidad media-alta, con escasa luminosidad y sin apenas tráfico. Es aquí donde el sopor aparece y cuando el conductor se deja vencer por el sueño.

Los más proclives a este sueño son los conductores profesionales, aquellos que más tiempo pasan al volante, que muchas veces tienen que dormir en el propio vehículo que conducen y no en su casa o en una cama cofortable. A estos se sumarían quienes duermen de forma habitual menos de 6 horas, quienes consumen alcohol, hipnóticos u otros medicamentes.

Las consecuencias del sueño en la conducción

Según un estudio de la Sociedad Española del Sueño las consecuencias que tiene sobre la conducción el sueño son las siguientes:

  • Reducción de la vigilancia: el sistema nervioso se relaja y pierde el control de la situación
  • Tiempo de reacción más lento: la falta de frescura dificulta mantenerse atento a la carretera y aumenta el tiempo de reacción lo que se traduce en una mayor distancia de frenada y la diferencia entre darse un golpe ante una frenada de urgencia o detener el coche a tiempo.
  • Microsueños: es el efecto más peligroso al volante, según indican desde la propia sociedad. Son pequeñas pérdidas de consciencia que uno tiene al volante, de entre dos y tres segundos, donde uno pierde la noción de la situación en la que se encuentra. Así, tarda mucho más en reaccionar ante las señales, el tráfico o las curvas de la carretera. Una de las consecuencias más llamativas son los accidentes que se producen en plena recta y sin la intervención de otro coche.
  • Pérdida de agudeza visual: al relajar la vista llega la visión borrosa y el cansancio ocular por lo que dejamos de percibir de forma correcta las distancias y tardamos más de la cuenta en reaccionar ante un incidente en la vía.
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