Bollinger B1, llega al mercado el primer todoterreno eléctrico

A estas alturas, ya nadie puede negarlo. Los vehículos eléctricos han llegado para quedarse. Si hasta ahora las marcas habían priorizado los modelos pensados para circular por ciudad, en Estados Unidos ya se han lanzado a fabricar el primer todoterreno eléctrico. Se trata del Bollinger B1, un vehículo pensado para adaptarse a todo tipo de vías y cuya estética recuerda al Land Rover Defender o al Jeep Willys.

Aunque por fuera parece un 4×4 convencional, excepto por el hecho de que no tiene parrilla de ventilación, cuando lo arrancas descubres que su motor no suena como los de combustión, sino que equipa cuatro motores eléctricos capaces de remolcar o llevar en la parte trasera hasta 1.800 kilos. La mala noticia es que tendrás que esperar hasta febrero de 2019 si quieres hacerte con uno, ya que el fabricante no tiene en mente empezar a distribuirlo hasta entonces, pero puedes reservarlo pagando una fianza de unos 850 €.

Un exterior robusto

El Bollinger B1 tiene un diseño rectilíneo y sencillo, similar al de los primeros 4×4 que salieron al mercado. Mide 3,8 metros de largo, 1,9 de ancho y 1,86 de alto. Tiene una gran superficie de carga trasera que admite hasta 1.800 kilos de peso, el mismo que podrías llevar si le instalaras un remolque.

Lleva instalada una batería de 60 o de 100 kWh, que le proporcionan 200 o 320 kilómetros de autonomía, respectivamente. En el primer caso, el tiempo de recarga es de siete horas si lo cargas en una toma doméstica y de solo 45 minutos si se trata de un puesto de carga rápida. En el segundo, se requieren 12 horas si lo cargas en un enchufe convencional y 75 minutos si utilizas la carga rápida.

Su autonomía es tan escasa por el elevado peso del vehículo y por el hecho de que está formado por un conjunto de cuatro motores, cada uno acoplado a una rueda, que son capaces de proporcionar una potencia de 360 CV. Esto permite acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos. Puede alcanzar una velocidad máxima de 204 km/h, nada desdeñable para un vehículo de su categoría.

Pensado para trabajar

Sus suspensiones independientes que ofrecen una altura libre de 256 mm y que son capaces de sobreelevar una parte del vehículo hasta el medio metro de altura lo convierten en un vehículo idóneo para  circular en las condiciones más complicadas.

Eso sí, en su interior no esperes encontrar ningún tipo de lujo. Si solo te fijas en ese aspecto, podrías creer perfectamente que te encuentras ante un vehículo de hace 20 años, con la salvedad del tipo de energía que lo mueve. Los únicos elementos digitales con los que cuenta es la conexión Bluetooth y salidas AUX y USB para que puedas conectar tus dispositivos.