Bolsonaro retirará los radares de Brasil para “recuperar el placer de conducir”

Bolsonaro pretende quitará los radares de Brasil.

La polémica rodea de forma constante a Jair Bolsonaro, desde hace unos meses presidente de Brasil. Es tachado de populista por unos y de extrema derecha por otros. Su última medida anunciada no ha dejado indiferente a nadie. Pretende eliminar todos los radares que hay en las carreteras de su país para que los conductores puedan recuperar el “placer de conducir”.

Así, su intención pasa por finalizar los contratos con las compañías que tienen la concesión de los radares cuando se cumpla esta vinculación por lo que no los prolongará como es habitual, y también ha rechazado la instalación de otros 8.000 nuevos cinemómetros por los que ya había recibido diversas solicitudes.

Reducción de víctimas

Bolsonaro se apoya para tomar esta medida en que durante la pasada Semana Santa se redujeron en un 11 % los accidentes en las carreteras de su país, lo que supuso una reducción en la cifra de fallecimientos (en este caso no indicó el porcentaje de la rebaja).

Es por esto por lo que apunta a una reducción de la peligrosidad de las carreteras y por una mejora en las aptitudes de la población al volante. El presidente del país sudamericano apunta a que tomó esta decisión tras acceder a la presidencia y señala a que están “en el camino correcto”.

Y se reafirma en su posición: “Quiero que el pueblo brasileño recupere el placer de conducir” por lo que la mejor manera de lograrlo es eliminar un elemento que perturba la tranquilidad de los conductores y que según él ha provocado más accidentes de los que ha evitado.

Además, señala que los cinemómetros se han convertido en una nueva fuente de ingresos para el Gobierno: “El radar estaba destinado a salvar vidas. Ahora solo recauda millones cada año, un dinero que se le quita al pueblo”.

Primer rechazo y una nueva polémica para la colección

Esta medida, aunque pueda ser bien vista por los amantes de la conducción, ya ha encontrado su primer enemigo. Un juzgado de Brasilia ha puesto en duda esta medida y le pide que no retire los radares mientras no pueda demostrar su decisión con estudios científicos que acrediten que los radares influyen de forma negativa en el tráfico.

Por otro lado, siguiendo la estrategia de que la mejor defensa es un buen ataque, el propio Jair Bolsonaro apuntó a que los buenos resultados en siniestralidad obtenidos durante la última Semana Santa han sido ocultados por los medios brasileños porque están en su contra. Sin embargo, Bolsonaro apunta a que si estos datos hubieran sido negativos le habrían culpado a él.

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