Spotahome, empresa dedicada al análisis de los alquileres de vivienda a medio y largo plazo, ha realizado uno de esos estudios que no hacen sino confirmar nuestras sospechas. La calidad del aire que respiramos es escasa. Tanto que no llegamos al aprobado de media.
Los motivos de esta contaminación pueden ser muchos. Y para excusar esta situación podríamos fijarnos en las condiciones meteorológicas que tenemos durante buena parte del año. Pero, ni aun sabiendo nuestros índices de contaminación ponemos solución. Y deberíamos empezar a preocuparnos y poner medidas pues la boina de Madrid, bien conocida por todos, no es la única situación preocupante que podemos encontrar en nuestras ciudades. Estos altos índices de contaminación afectan a nuestra salud y, no solo provocan enfermedades, sino que condicionan nuestra calidad de vida.
En el furgón de cola
Analizando la contaminación, tanto del aire como del agua, España obtiene un aprobado raspado. Valencia se sitúa en el centro de la tabla (la 44º de 89), mientras que Madrid se encuentra en el 53º lugar y Barcelona en el último tramo (73º). Las mejores de la tabla son Wellington (Nueva Zelanda), Helsinki (Finlandia), Reikiavik (Islandia), Camberra (Australia) y Helsinki (Finlandia). Mientras que en la cola se encuentran sorprendentemente Luxemburgo o Lille (Francia) junto a El Cairo (Egipto), Lima (Perú) y Ciudad de México (México).
Pero no solo se ha analizado la calidad del aire o del agua, también la situación de las zonas ajardinadas. Aquí Valencia es nuestro primer representante en el puesto 38 con 7,74 puntos, Madrid es 55º con un 6,48 y Barcelona vuelve a estar a la cola, en el puesto 75 con un 4,14. En este espacio, el liderato lo tiene Hamburgo (Alemania) mientras que los puestos de la vergüenza son para Casablanca (Marruecos), Atenas (Grecia) o El Cairo, de nuevo.
Soluciones
Son varias las que se han puesto sobre la mesa. Y ninguna resultará desconocida para el lector. Las más obvias son el aumento de las zonas verdes y el porcentaje de vehículos con un impacto medioambiental mínimo. A estas añaden el empleo del carsharing, vehículos de uso compartido eléctricos que invitan a dejar el coche particular en casa; o la disposición de puntos de recarga.
En esta ocasión, Barcelona es nuestra ciudad más destacada, en el décimo puesto con una nota de 3,3 de 10 mientras que para encontrar a Madrid hay que bajar hasta el puesto 21 (1,55 puntos) y vemos que Valencia se sitúa en la 53ª posición (0,28). En este aspecto destacan Londres (Inglaterra) con un 10 (la nota perfecta), Ámsterdam (Holanda) con un 9,63, Róterdam (Holanda) con un 8,73, Berlín (Alemania) con 8,24 puntos y Hamburgo (Alemania) con 7,2.
