Lo ha creado una empresa francesa como alternativa a los puntos de recarga fijos.
La creación y ampliación de la red de infraestructura de carga del coche eléctrico es un proyecto aún incompleto en muchos países. Por eso, muchas empresas tecnológicas aún siguen innovando con soluciones alternativas a la engorrosa carga de las baterías. La última idea llega desde Francia y es más ingeniosa de lo que pueda parecer en un principio.
Desde EP Tender se llegaron a plantear si no era mejor llevar el punto de carga consigo que no tener que volver a casa o hacer parada en alguna electrolinera. Además, con un cargador portátil no es necesario detenerse, pudiendo llenar las baterías de energía al mismo tiempo que nos movemos. Así, lo han conseguido con este remolque, cuya capacidad es de 36,5 kWh.
Recarga mientras conduces
Además de la carga en marcha, es posible programar el tipo de recarga y el nivel de batería deseado al llegar a través de un app para el móvil específica. Se puede programar también la distancia a recorrer, marcar el punto de destino en un mapa y ver el estado de la batería en tiempo real.
Por otro lado, utiliza un sistema de enganche adaptado a todos los vehículos, por lo que es perfectamente válido para un turismo o furgoneta. Jean-Baptiste Segard, CEO de EP Tender, cree que el invento puede tener muchas posibilidades para los usuarios de coches eléctricos: “permitirá a los conductores elegir un vehículo con una autonomía menor, esto es, más barato, y usar sólo este remolque de forma ocasional, como en viajes largos en los que no se quiera parar a recargar”.
Alquiler para su uso
EP Tender ha creado su remolque-cargador para la carga del coche eléctrico con opción de alquiler. El precio del producto es bastante caro, unos 10.000 euros, por lo que lo ofrecerían por 34 euros al día. Saldría más caro que parar a recargar, pero con él también eliminarías esta incomodidad por la que debe pasar todo coche eléctrico.
Pero, por el momento, el producto sólo está en fase de prototipo y grupos automovilistas franceses se han ofrecido a probarlo, como PSA (Peugeot y Citroën) o Renault, aunque sin dar una respuesta definitiva sobre su viabilidad en el mercado. Su alto precio y el tener que añadir al coche una carga más parecen ser sus principales dificultades, aunque la ventaja de contar con una fuente portátil de energía es un gran argumento a su favor.
