El nuevo Citroën C4 será el nuevo compacto de la marca, con motores, gasolina, diésel y eléctrico.
Sabíamos que la marca de los chevrones tenía una sorpresa preparada para estos días, y aquí está. Así es el nuevo Citroën C4, ahora sin apellido Cactus, el nuevo compacto de la firma francesa que no dejará indiferente a nadie. Se aleja del formato SUV de los Aircross pero también rompe con el C4 Cactus, modelo al que sustituirá en los próximos meses.
Las sinergias y estrategias de desarrollo conjunto entre las diferentes marcas del grupo PSA están dando ya sus resultados en Citroën. La estrategia con este nuevo C4 pasa por ofrecer al cliente un coche diferenciador, un crossover, disponible con motores gasolina, diésel y también eléctrico. Habrá un ë-C4 con etiqueta 0 Emisiones.
Diseño muy francés
Aunque se trata de una evolución de la línea de diseño ya instaurada en Citroën desde hace años, el nuevo C4 le da una vuelta de tuerca más. Se fuerzan más las líneas y se juega con el diseño de los grupos ópticos, en dos planos los frontales, como es habitual, pero ahora también los traseros.
Un coche que se presenta como crossover, es decir, una mezcla de conceptos. Es un compacto, sí, pero tiene ciertos tintes SUV dados los pasos de rueda y bajos protegidos por plásticos negros. Pero también exhibe un cierto aire cupé, con una caída del techo suave y una luneta trasera notablemente inclinada.
Interior digital
Aunque no son demasiados, por no decir ninguno, los datos que Citroën ha desvelado, el interior es tan llamativo como el exterior. Citroën parece haber apostado por el minimalismo y la simetría. Se ha minimizado la proliferación de botones, aunque mantiene los controles físicos de la climatización. Una estrategia que no está presente en muchos vehículos del grupos.
En cualquier caso, lo destacable es la digitalización, demostrando que la marca no quiere un vehículo low cost, sino un compacto con todas las letras capaz de hacer frente a los mejores de la clase. Sin detalles acerca de sus medidas, la pantalla central flotante es de gran tamaño. A lo que suma una segunda pantalla a modo de cuadro de mandos, entendemos que con cierta capacidad de personalización.
En clave de confort
Como decimos, no hay apenas información acerca del nuevo C4, cuya presentación está prevista para los próximos días. En cualquier caso, a buen seguro el Citroën C4 apostará por el confort a bordo, empezando por un interesante espacio interior.
Aunque lo que está claro es que seguirá fomentando las claves del C4 Cactus. Dos muy concretamente. La primera sus asientos de confort avanzado con viscoelástica. Y la segunda, la suspensión con topes hidráulicos ya presentes en diversos modelos de la gama, como el propio C4 Cactus o el C5 Aircross.
Una gama mecánica completa
Siguiendo los pasos de gran parte de los modelos del grupo PSA de última generación, este nuevo Citroën C4 ofrecerá diferentes tipos de mecánicas en su oferta. No se han listado específicamente cuáles serán los motores presentes, pero resulta sencillo idear una posible gama cogiendo como base lo ya ofrecido en modelos como el Peugeot 208 o el SUV 2008.
Conociendo que habrá motores gasolina y diésel, no podemos descartar bloques PureTech entre los 100 y los 130 CV, además de los diésel BlueHDi de mismas potencias. Es de esperar igualmente que parte de esas mecánicas puedan optar al cambio automático EAT8.
Además, Citroën confirma una variante eléctrica con etiqueta 0 Emisiones, el Citroën ë-C4. No hay detalles, pero es de suponer que empleará la misma técnica de los eléctricos del grupo. Es decir, una mecánica de 136 CV de potencia junto a una batería que pueda proporcionarle un rango de poco más de 300 kilómetros.
En nuevo Citroën C4 sustituirá tanto al C4 convencional, descatalogada hace más de un año, como al C4 Cactus, que tomó su relevo. Previsiblemente será en la planta de Villaverde, en Madrid, donde arranque su producción en los próximos meses para llegar a los concesionarios a finales de este mismo año.
