Hay modelos en nuestras calles que tienen el sambenito de ser considerados coches macarras. Y no porque ellos tengan una tendencia especial a generar un comportamiento determinado en el conductor; sino porque han estado asociados a un tipo de propietario al que se le ha denominado macarra, con todas las connotaciones que esto tiene.
1 de 15 – Hyundai Coupé
Puede ser considerado el modelo que dio el espaldarazo a la firma coreana en nuestro mercado. De él gustaban su perfil cupé de tres puertas, sus formas redondeadas y una imagen extraña y exótica, difícil de equiparar con el resto de las que se presentaban en el mercado. Daba continuidad a la saga de los deportivos de tamaño medio de los años 90. Cupé, llamativo y extraño, la cuadratura del círculo para el macarra hace un par de décadas.
2 de 15 – Seat Leon
Un modelo de gran importancia en la historia de la firma española que vio cómo su regreso al segmento de los compactos, con el que pretendía continuar el éxito logrado con el Ibiza, fue el más buscado por este tipo de público. A las comodidades propias del Grupo Volkswagen sumó pronto el atractivo de las mejoras de potencia de las versiones Cupra y, sobre todo, la FR, algo más limitada que la anterior pero que hacía al SEAT León un coche muy divertido de conducir. Y para afinar más en la designación, diríamos que el coche macarra por excelencia de los últimos tiempos es el SEAT León FR en color amarillo.
3 de 15 – BMW Serie 3
Caso curioso este y que se repetirá en varias ocasiones. El BMW Serie 3 siempre ha sido un modelo caro para quien lo ha buscado como coche nuevo. Pero su perfil afilado, su tracción trasera y la genética deportiva de la marca alemana lo han convertido en un ‘caramelito’ para el público más ‘macarrón’ en el mercado de segunda mano, especialmente a la segunda generación. No son pocos los que aún se ven en las puertas de las discotecas y los que participan en sesiones de drift, por no nombrar a los que aprovechan los aparcamientos de centros comerciales vacíos para hacer todo tipo de insensateces.
4 de 15 – Opel Kadett GSI
La firma alemana siempre ha sabido tener coches divertidos en el mercado. Uno de los más radicales probablemente haya sido el Opel Kadett GSI, la versión que encumbraba a finales de los 80 un compacto noble y pensado para la familia. La versión deportiva bebía de los vientos creados por el modelo con el que participaba en rallies (es muy recordado aquél pintado de azul y amarillo) y montaba un motor gasolina de 2,0 litros y 130 CV capaz de llevar el velocímetro más allá de los 200 km/h (205 para ser exactos). No necesitaba demasiado para gustar, tan solo sustituía el emblema de Opel por el de GSI, un pequeño alerón en la parte trasera y un ensanchamiento de los pasos de rueda.
5 de 15 – Volkswagen Golf GTI MKII
El primer Volkswagen Golf GTI sorprendió. El segundo arrasó. Y con el tiempo se convirtió en una perita en dulce para el público más macarra. Su imagen deportiva y sus cualidades sobre el asfalto le grajearon muchos enemigos. Todo lo contrario de lo que sucede ahora que, tras haberse quitado de encima ese sambenido, vuelve a ser muy buscado en el mercado de segunda mano. Si tienes uno, en estado original y bien conservado, ¡¡tienes un tesoro!!
6 de 15 – Renault Mégane Coupé
El Renault Mégane apareció como un compacto tranquilo apto para todos los públicos. Aunque su aspecto noble no cuadraba con el interés por la competición que Renault siempre mostró por lo que crearon una versión vitaminada, de tres puertas y con una trasera que rompía con lo establecido. Su imagen era inmaculada, capaz de gustar a todos, incluso a quienes buscaban al Mégane noble del que hablábamos antes. El problema para él es que volvió a caer en las manos equivocadas. Y también hubo quien se decantó por el color amarillo.
7 de 15 – Opel Calibra
Una berlina de perfil muy afilado, pensado para cuatro personas aunque para que disfrutaran dos y sin apenas maletero. Un coche de capricho que salió al mercado con un precio de partida alto, pero que en el mercado de ocasión era muy buscado por los amantes del tuning y los más macarras. ¿Qué tiene poco maletero? Pues se le llena de altavoces y subwofer para ser los reyes del parking de turno. Mucho cuidado con este modelo, entiéndase esto en el buen sentido de la expresión. Es un coche muy buscado por los amantes a los coches clásicos (aunque se encuadra en el escalón youngtimer) y su cotización está al alza aunque hay que tener cuidado con las unidades que se encuentran e investigar bien quien ha sido su anterior propietario pues te lo puedes encontrar muy ‘quemado’.
8 de 15 – Citroen Saxo VTS
Un coche pequeño, económico y fácil de personalizar, tanto a nivel mecánico como estético. Su motor gasolina de 1,6 litros, 16 válvulas y 120 CV permitía llevar a este pequeñín hasta los 205 km/h y su presencia en el mundo de los rallies con copas monomarca le convirtió en objeto de deseo de muchos aficionados a la velocidad. Estos no dudaron en personalizarlo de todas las maneras posibles, algunos acercando sus monturas a un mundo, el de los rallies, hasta el punto de que se creían que participaban en una prueba cuando se encontraban en carreteras abiertas.
9 de 15 – SEAT 1200/1430 Sport ‘Bocanegra’
Nacido originalmente como SEAT 1200/1430 Sport para convertirse poco tiempo después en SEAT 1430 Sport, en ambos casos se denominó Bocanegra por el morro negro. Este modelo era originalmente un diseño del italiano Aldo Sessano para NSU (una de las marcas que dieron lugar a Audi) que compró SEAT cuando aún estaba asociada con Fiat. Y aunque tenía un precio de partida relativamente alto para los congéneres de la época, gustó por su escaso peso y sus capacidades de reacción, y eso que su motor era más bien pequeño, de 77 CV en el mejor de los casos. Uno de los problemas que presentaba este coche es que no soportaba el paso del tiempo tan bien como debería de manera que los plásticos y la pintura perdían lustre rápido.
10 de 15 – Ford Capri
Decían que era el Mustang europeo con la salvedad de que este tenía un precio de venta no tan accesible para la mayoría de los bolsillos y nació como un modelo deportivo. Aunque, como ya hemos dicho con anterioridad, su perfil atrevido y su carácter indómito en algunas secuencias de la conducción le llevaron a ser un modelo muy atractivo en el mercado de segunda mano. Con ellos se hicieron mil tropelías, lo que dejó a muchos por el camino.
11 de 15 – Renault 5 Copa Turbo
En los años 70 las teteras amarillas pusieron a Renault como una marca de impresionante atractivo deportivo. Y la llegada del ‘Culo Gordo’ al mundial de rallies lo incrementó de forma exponencial. Esto generó un importante interés en sus modelos de calle hasta que en 1982 llegó el Renault 5 Turbo Copa (Renault 5 Alpine en Francia) con su motor turboalimentado que hacía de este ligero utilitario, de rápidas reacciones, excelente capacidad de aceleración y una dirección ágil. Y si esto parece poco, resta señalar que la velocidad máxima llegaba a los 186 km/h. Era la mejor manera de lograr las sensaciones de la competición en un coche atractivo, asequible y con el que se podía ir al trabajo durante el resto de la semana.
12 de 15 – Lancia Delta HF Integrale
¿Quién lo podría adivinar cuando Lancia lanzó este coche a finales de los 70? La necesidad de relevar al Lancia Delta S4 del Mundial de Rallies puso a este modelo en el disparadero cuando, justamente, se acercaba el final de su existencia. Poco a poco fue modernizando sus formas, aunque seguía siendo igual de cuadrado; ensanchando el paso de vías, aumentado los aletines y añadiendo parafernalia aerodinámica. Las ediciones especiales con las pegatinas de Martini del Lancia Delta fueron las más buscadas a principios de los 90, aunque muchas cayeron en las manos menos indicadas. Y, hoy, quien tiene uno en buen estado, lo guarda como oro en paño.
13 de 15 – Honda Civic
Difícil decantarse por alguna en concreto. El salto a Europa del Honda Civic llegó con unos diseños llamativos para las estéticas a las que acostumbrábamos en el viejo continente. Pronto se convirtieron en presa fácil de los ‘tuneros’ y de los que gustan de llamar la atención por la calle y en parking del garito de moda. Venga vale, nos mojamos, la quinta generación es la que más quemados del motor han llevado, aunque no perdamos de vista a los que llevan las últimas generaciones con sus formas que parecen sacadas de comics.
14 de 15 – Ford Escort Cosworth
¿De verdad necesita explicación el por qué lo hemos incluido en la lista? Adaptando el poema de Quevedo, “érase una vez un alerón pegado a un coche”. Necesita pocas presentaciones, y si nos decantamos por el Escort Cosworth y no por el Sierra Cosworth, que fue el primero en utilizar este alerón de doble ala y protuberantes formas, se debe a que era más económico y más accesible para el público. Eso sí, aunque ese ‘alerón’ cantaba demasiado fueron muchos los que lloraron cuando Ford decidió dejar de emplearlo y son muchos los que aún piden que regrese.
15 de 15 – Renault Clio 16V
¿Qué puedes esperar de un coche que se anunciaba con el lema ‘abstenerse corazones sensibles’? Se trataba de la versión prestacional del sustituto del Renault 5 (aunque tiempo después llegaría el Renault Clio Williams) en una época en la que el apellido 16 válvulas era sinónimo de radicalidad (aunque en realidad solo hace referencia a la admisión del motor). Su presencia en competición tanto en circuitos como en rallies, le añadió un importante atractivo para algunos que no tardaron en cambiarle las llantas, los tubos de escape y el equipo de música.
