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La cara B de las medidas ecologistas de la Unión Europea, aquí terminan los coches ‘contaminantes’

Los vehículos tachados de contaminantes en Occidente son enviados como coches de segunda mano a países subdesarrollados.

Europa, Estados Unidos o Japón presumen de medidas ecologistas en la automoción que lograrán reducir los niveles de contaminación de nuestras calles algo que tendrá como efecto final un mejor nivel de vida, un aire más respirable y menos enfermedades para la población. Sin embargo, ¿qué sucede con los coches ‘contaminantes’ que son retirados de nuestras calles?  Una pista, no son achatarrados ni reconvertidos en coches ecológicos.

Son enviados a países con economías subdesarrolladas donde siguen prestando servicio a sus nuevos propietarios. Y emitiendo los gases nocivos que no queremos en Occidente. Esto es al menos lo que denuncia un informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y del que se hace eco el diario Público. Aquí se denuncia que entre 2015 y 2018 las principales economías del planeta exportaron unos 14 millones de coches de segunda mano. El 80% de estos terminaron en “países con bajos ingresos”.  De esta manera, no se acaba con el problema, según apuntan desde Naciones Unidas, tan solo se tralada de lugar.

Canal directo con África

Los coches con motores térmicos pronto se dejarán de vender en Europa. Algunos países del Viejo Continente no permitirán su comercialización en los próximos años mientras que en España esperaremos hasta el año 2040, según los planes del actual ejecutivo. Y se espera que no haya coches contaminantes en nuestras calles a partir de 2050.

Sin embargo, la preocupación por el medio ambiente termina en los límites de nuestras fronteras. Entre 2015 y 2018 desde Europa se enviaron hasta 7,6 millones de coches a otros países, principalmente a África, Europa del Este y Asia Central. Por su parte, Japón envió 3,8 millones de coches a Emiratos Árabes, Nueva Zelanda, Myanmar o Kenia (esta diáspora de envíos se debe a que cuentan con el volante a la derecha). Y Estados Unidos mandó 2,6 millones de coches de segunda mano a México, Camboya, Benín o Líbano, entre otros.

De esta manera, el 40 % de estos coches viejos y contaminantes que no se quieren en Occidente llegaron a África, el 24% a Europa del Este, el 15% a países de Asia-Pacífico, el 12% a Oriente Medio y el 9% a Sudamérica, países donde sus regulaciones anticontaminación son aún incipientes o muy laxas. Estos coches logran acomodo allí aunque hayan sido tildados de contaminantes para nuestras ciudades.

Mejora de las leyes anticontaminación

A pesar de esta situación, el mismo informe aplaude que haya países que poco a poco estén añadiendo leyes anticontaminación para los vehículos importados. Así, hasta 18 países impiden que entren coches de segunda mano, mientras que otros como Ghana han limitado a un máximo de 10 años la edad de los coches de segunda mano que entran en sus fronteras.

Otros, como Marruecos, son más ambiciosos y solo permiten la llegada de coches de segunda mano con un máximo de 5 años y que cumplan al menos con la normativa europea Euro4.

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