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15 consejos esenciales para conducir seguro con hielo y nieve

La guía más práctica para conducir en condiciones climatológicas extremas.

El invierno ha comenzado a azotar fuerte en nuestro país y es el momento de tener en cuenta varios consejos para conducir seguro con condiciones de hielo y nieve. Bajo estas condiciones, debemos extremar las precauciones, ser mucho más suaves y cautelosos al volante y adelantarnos a los imprevistos que puedan presentarse en la carretera. Por ello, os traemos una serie de interesantes y prácticos consejos sobre cómo afrontar el invierno en la carretera.

Te resumimos los relativos a conducir con hielo y nieve y te aportamos otros para que los tengas en cuenta siempre.

1. Aumenta la distancia de seguridad

En condiciones normales, la DGT recomienda una distancia de seguridad de unos 80 metros entre dos vehículos, para una carretera convencional con velocidad máxima de 90 km/h. Sin embargo, conduciendo con nieve o hielo deberá de ser mucho mayor. Es obvio que la velocidad deberá ser menor, de 60 km/h cuando la calzada comience a cubrirse de nieve.

Así, para saber la distancia de seguridad adecuada habrá que aplicar la Regla del Cuadrado a la velocidad. Esto es, quitar el 0 del 6 y elevarlo al cuadrado (36) para después multiplicarlo por 2. De esta manera, la distancia recomendada en condiciones de nieve (a 60 km/h de máxima) será de 72 metros.

2. No salirse de las roderas de otros vehículos

Si la nieve ha empezado a cuajar, lo primero que hay que hacer es instalar las cadenas reglamentarias y circular por las roderas que van dejando los otros vehículos, a una velocidad reducida. De no llevar cadenas, la bajada de velocidad deberá ser mucho mayor y habrá que extremar aun más la precaución. De helarse la nieve y no llevar cadenas o neumáticos de invierno, Tráfico aconseja encarecidamente dejar de conducir y parar en el área de descanso más cercano. 

3. Precaución con las placas en días soleados

No hace falta de que nieve o llueva para que se formen placas de hielo. De hecho, son mucho más traicioneras las que se forman en días totalmente despejados, que además son los días en los que cae más el termómetro. Especialmente prudentes hay que ser por las mañanas, en zonas de sombra y en carreteras secundarias o de montaña

4. Dejar de acelerar con placas de hielo

Si conduciendo nos encontramos con una de estas zonas con hielo, debemos dejar de acelerar con suavidad, no de golpe. Mantén la calma si el coche empieza a deslizarse, no frenes repentinamente y mantén agarrado con firmeza el volante. Al mismo tiempo, tenemos que estar preparados para frenar al máximo en cuanto volvamos al asfalto seco. De esta manera, el ABS cumplirá su función, deteniendo el coche si ha perdido la trayectoria. 

5. Conoce los niveles de alerta (verde, amarillo, rojo o negro)

La DGT ha establecido cuatro colores para clasificar el estado de la carretera en función de la nieve caída, con las siguientes indicaciones: 

Verde (comienza a nevar): velocidad recomendada de 100 km/h en autovías y 80 km/h en el resto. Prohibición de adelantar a los camiones y extremar la prudencia. 

Amarillo (carretera ligeramente cubierta): velocidad máxima de 60 km/h. Prohibicón de circular a los camiones. Evitar maniobras bruscas, sobre todo en curvas y descensos. 

Rojo (carretera cubierta): velocidad máxima de 30 km/h, con cadenas o neumáticos especiales. Prohibición total de circular a camiones y autobuses. No rebasar a los vehículos inmovilizados sin la seguridad de poder continuar la marcha. 

Negro (gran nevada): circulación prohibida. En caso de quedarse bloqueado en la carretera, hay que permanecer en el vehículo con la calefacción encendida y aparcado en el margen de la carretera, para no obstaculizar a los quitanieves. 

6. Circula con cadenas, nunca a más de 50 km/h

Tan importante es instalar bien las cadenas, para evitar daños en ruedas o eje, como circular adecuadamente con ellas. Nunca lo hagas a más de 50 km/h, de lo contrario podría ocasionar daños en el vehículo y para de vez en cuando para comprobar que no se han descolocado.  

7. Revisa los neumáticos

Antes de emprender la marcha, es importante revisar el dibujo de los neumáticos. Los surcos de este deberán tener, como mínimo, 1,6 mm en toda la banda de rodadura, aunque lo recomendable son 2 mm. En este caso, y especialmente si vives en una región muy fría, es montar un juego de neumáticos especiales de invierno, con mayor adherencia y tracción. 

8. Revisa el nivel de aceite

También hay que revisar el nivel del aceite, sobre todo si vamos a emprender un viaje largo en estas fechas. Lo haremos con la varilla que se encuentra cerca del motor, que debe marcar el nivel entre las líneas de máximo y de mínimo. En caso de que esté por debajo, habría que rellenar el circuito, y si el vehículo ha realizado más de 30.000 km podría ser buen momento para sustituirlo.

En el momento de decidir qué lubricante añadimos, siempre según los parámetros que marque el fabricante, podría ser una buena opción decantarse por un aceite sintético de baja viscosidad, pues fluye con mayor rapidez y minimiza la fricción y el desgate de las piezas durante el arranque en frío. Además, este tipo de aceites, elaborados a partir de gas natural y no de petróleo, disfrutan de una mayor vida útil y prolongan el tiempo antes de una nueva visita al taller. 

9. Comprueba los frenos

También es de vital importancia estar especialmente atentos al comportamiento de los frenos en esta época del año. Pueden ser nuestro aliado para salir airoso del paso por una placa de hielo, una curva resbaladiza o un descenso nevado. Revista frecuentemente en estado de las pinzas o los discos (también tambores). 

Por otro lado, si el pedal de freno se hunde más que en otra época del año, puede haber problemas con el circuito del líquido de frenos. Podría tener una burbuja de aire y sería necesario acudir al taller para eliminarla. No recomendamos hacerlo en casa, ya que el líquido tiene un alto poder corrosivo. 

10. Verifica los niveles de líquido anticongelante

Si coges mucho el coche durante el invierno, no olvides comprobar el estado del líquido anticongelante. Este mantiene el motor a una temperatura de unos 90º y tiene que haber suficiente en el depósito para garantizar su función.

Comprueba que está en la marca correcta. El depósito se encuentra al lado del motor y uno mismo lo puede rellenar si está algo más bajo de la marca. Si ha descendido demasiado, habrá que llevarlo al taller, pues podría tener una fuga. 

11. Llevar los faros en perfecto estado

Especialmente importante es conducir con unas luces en las condiciones óptimas ante la presencia de nieve o hielo, especialmente las de cruce. Es la época del año en que más las usamos, no sólo por la noche. También por el día, debido a la luz ambiental más débil y a un mayor número de días nublados que en primavera o verano. Revisa que los grupos ópticos no hayan perdido transparencia y echa un vistazo a los limpiaparabrisas, ya que de ellos dependen que el parabrisas esté despejado y nos permita ver con nieve o lluvia. 

12. Quita todo el hielo del parabrisas

Es uno de los clásicos de cada mañana de invierno. Habrá que hacerlo con una rasqueta de plástico para no arañar el cristal, pero previamente habrá que arrancar el coche y poner la calefacción al máximo y dirigir el flujo de aire caliente al parabrisas.

También se puede aplicar un producto descongelador, o alcohol para capas finas de hielo, debido a su punto de congelación inferior al del agua. Nunca eches agua caliente, generará un cambio brusco de temperatura que podría resquebrajar el cristal. 

13. Usa los asistentes del coche

Los vehículos más nuevos incorporan en su equipamiento, muchos de ellos de serie, ayudas a la conducción como el control de descenso. Nos servirá de apoyo en situaciones límite para controlar el coche en bajadas o ascensos de pendientes. Impide que el coche patine cuesta abajo. Si bien está diseñado para su uso en pistas o trialeras e incorporado sobre todo en SUV y 4×4, en una vía de asfalto resbaladiza sirve de gran ayuda en momentos puntuales. 

14. Activa la función e-Call

Es otro de las nuevos asistentes de seguridad incorporados en los coches más novedosos y hay que asegurarse de que esté bien programado y activo para conducir con hielo. Su instalación es obligatoria en todos los coches y furgonetas fabricados desde abril de 2018. Funciona mediante una tarjeta SIM y sensores para permitir la localización del vehículo por satélite. Se activa automáticamente en caso de colisión, contactando al instante con el teléfono del servicio de emergencias más cercano. 

15. Amarra los esquís en el portaesquís

Por último, en caso de dirigirte a una estación invernal, es muy importante llevar tu equipo de esquís bien amarrado en un portaesquís situado en el techo del coche, de lo contrario podrían salir despedidos hiriendo gravemente a los ocupantes de otros vehículos. El resto de los accesorios, como palos o botas, deberán ir en el maletero. 

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Ver comentarios

  • ¡Muy buenos consejos para conducir con nieve! Ahora que tenemos tan presente la borrasca Filomena, todo conductor ha caído en la cuenta de lo necesario de llevar un equipamiento adecuado. También las flotas de empresa que han tenido que reforzar sus servicios con telemática y gestores.