La declaración de Emergencia Climática pretende revolucionar el sistema energético e industrial.
El Consejo de Ministros aprobó hoy la declaración de Emergencia Climática en nuestro país. En esta se incluyen una serie de medidas entre las que se encuentra la Ley del Cambio Climático y Transición, que apunta a lograr que en el 2050 el 100 % de las energías consumidas en España sean de origen renovable. Esto supone el adiós a los vehículos con mecánica térmica.
Con su decisión, el Ejecutivo refrenda en nuestro país la misma iniciativa que tuvo lugar en el Parlamento Europeo el pasado 28 de noviembre, entonces se aprobó la declaración de emergencia climática y medioambiental con 429 votos a favor y 225 en contra. Con esta, desde la Eurocámara se pedía a los países miembros que tomaran decisiones encaminadas a seguir esta iniciativa, algo que el nuevo Gobierno ha puesto en marcha.
Pedro Sánchez ya advirtió durante la investidura que situaría la lucha contra el cambio climático en un lugar destacado de su agenda. Y, lo ha cumplido en una de sus primeras decisiones al frente del Ejecutivo. Aunque traerá cola por las medidas que pretende poner en marcha para cumplir con Bruselas.
En lo que afecta al sector del automóvil resultará difícil cumplir viendo las cifras que depara el mercado de coches nuevos con unas ventas residuales de vehículos acreditativos de etiquetas eco y cero emisiones, con una alta dependencia de las energías de origen fósil y por el escaso margen, solo 30 años, para revolucionar y cambiar el modelo industrial de nuestro país.
Una treintena de medidas
Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, ha señalado la necesidad de poner en marcha y de forma urgente diversas medidas para frenar los efectos del cambio climático pues los riesgos “son visibles, los conocemos y percibimos en cualquier rincón del planeta, independientemente de que para unos sean menos grave”.
La propia Ribera señaló hoy que pretende presentar una treintena de medidas en los próximos cien días entre los que se incluye un proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética con la que lograr la neutralidad climática en 2050. Esto obligaría a que el sistema energético sea 100 % renovable, algo que afecta al parque móvil, segmento en el que han puesto especial relevancia en su neutralidad en las emisiones, las actividades agrarias, el transporte y la industria.
A esto sumará el segundo Plan de Adaptación al Cambio Climático, que incluirá un observatorio del clima donde se desarrollará “un menú de indicadores de impacto” y en el que se espera una gran implicación ciudadana.
En este plan se prevé la inclusión de la expresa prohibición de nuevas concesiones para la exploración, la investigación o la explotación de hidrocarburos, así como para las actividades de fracking.
Se adoptará una Ley de Movilidad Sostenible y Financiación de Transporte Público con el que se renovarán de forma paulatina los autobuses de las ciudades, al mismo tiempo que se crearán zonas de bajas emisiones en las ciudades y municipios que tengan más de 50.000 habitantes, al estilo de Madrid Central.
Importante inversión
Desde el Gobierno se ha previsto una inversión superior a los 200.000 millones de euros para elaborar políticas que permitan llegar a los objetivos de 2050 así como a los intermedios de 2030. Desde el Ejecutivo comandado por Pedro Sánchez se espera que en un plazo de 10 años, “el sistema eléctrico cuente con un 42 % de la energía renovable sobre el uso final y un 74 % en la generación eléctrica”.
Para ello se creará un Plan Nacional de Acción de Finanzas Sostenibles, encaminado al sector financiero, así como un programa de bonos verdes por parte del Tesoro Público que ayudarán a financiar parte de estas inversiones.
A esto añadirán una Estrategia de Economía Circular y una Ley de Residuos con el objetivo de disfrutar del ‘residuo cero’ en 2050. Así, entre los retos está acabar con los plásticos de un solo uso y hacer un uso más responsable de las materias primas así como del reaprovechamiento de residuos.
Finalmente, se presentará una Estrategia de Turismo Sostenible, que para conocerlo tendremos que esperar a 2021, con el que se buscará la “preservación del patrimonio natural y cultural del país”, acabando así con algunos modelos de turismo de borrachera que se está imponiendo en algunos puntos de nuestro litoral pero, que atendiendo a los intereses del sector del motor, obligará a renovar las flotas de los rent a car así como limitará el tipo de vehículo de extranjeros que acceda a nuestro territorio.
Luchar contra la pobreza energética
El último de los grandes puntos de esta declaración de Emergencia Climática pretende luchar contra la pobreza energética. Se buscarán y se afrontarán “las causas que la originan, impulsando nuevos planes y programas para la rehabilitación energética”.
Por ello pondrán un especial énfasis en la luchar paliar la pobreza energética de los más vulnerables así como de las familias con niños. Ribera apunto a que esperan “garantizarles el acceso”.
¿Y la prohibición de la venta de motores térmicos?
Ante la política de reducción de emisiones de nuestros vehículos, con normativas que obligan que las mecánicas sean cada vez más limpias, desde Bruselas se planteó la posibilidad de prohibir las ventas de coches con motores de combustión en un futuro próximo.
Este testigo fue recogido por los Gobiernos de varios países entre los que se incluye el nuestro. Sánchez ya planteó el año 2040 como el propicio para prohibir la venta de coches gasolina y diésel, aunque hay otros que se adelantarán. Noruega quiere adelantar esta prohibición al año 2025, mientras que otros como Irlanda, Países Bajos o Suecia esperan hacerlo en 2030. Dos años más tarde lo haría Escocia, en 2032, ocho años antes que el Reino Unido que, como España, esperaría hasta el 2040.
