La Dirección General de Tráfico tiene un objetivo muy claro: reducir a cero el número de víctimas que se producen en la carretera. Para ello, llevan a cabo numerosas campañas de control y vigilancia, asegurándose de que ofrecen las mayores garantías posibles, a todos los usuarios, en términos de seguridad vial. Sin embargo, la realidad es que sus esfuerzos no están surtiendo demasiado efecto, ya que, a día de hoy, se registran 919 fallecidos al volante.
Si no contamos los 24 fallecidos que registra la DGT en octubre, basándose en los datos a 24h, se puede decir que este 2018 contempla las peores cifras de víctimas en accidentes de tráfico, en comparación con los años anteriores. Habría que remontarse hasta 2012, para encontrar un año que supere el índice de mortalidad en carreteras que, en este caso, llegaba a los 1.017 fallecidos al cerrar el mes de septiembre.
Tal como indican desde la Fundación Línea Directa, estos colectivos suponen ya el 50 % de los muertos en la carretera. Solo en la última década se han registrado cerca de 10.000 víctimas y 500.000 lesionados en accidentes de tráfico. Algo que, desafortunadamente, está siguiendo una línea ascendente en los últimos años. Además, es importante señalar que, dentro de los usuarios vulnerables, los peatones son los que se llevan la peor parte, ya que suponen el 43% del total de fallecidos.
No obstante, el número de víctimas no es lo único que debe alarmarnos, pues lo cierto es que la gravedad de las lesiones que se producen en un accidente de tráfico también ha aumentado considerablemente. De hecho, se ha incrementado un 12,4% desde 2006 y, en esta cuestión, los ciclistas son los que recogen peores datos; presentan un 49% más de lesividad, mientras que en los peatones y motoristas, las cifras ascienden un 17% y 33% respectivamente.
Según explica la fundación, Madrid, Cataluña y las Islas Baleares son las comunidades que más siniestros mortales acumulan, en lo referente a colectivos vulnerables. Pero, si hablamos de todos los usuarios, podríamos especificar hasta un tipo de vía con más peligrosidad: las carreteras convencionales.
La DGT así lo ha demostrado, poniendo por ejemplo las cifras de víctimas y heridos del pasado fin de semana. 8 personas perdieron la vida en las carreteras y seis de ellas, sufrieron estos accidentes en carreteras convencionales. Además, es una demostración que también contemplaría lo que veníamos comentando anteriormente, pues de estos 8 el 50% pertenecen a colectivos vulnerables (3 motoristas y un peatón).