El gobierno de Dinamarca está decidido a promover la movilidad sostenible a corto plazo. Según han informado desde Reuters, el primer ministro Lars Lookke Rasmussen ha comunicado públicamente que su país busca prohibir la venta de coches diésel y gasolina en 2030. Una propuesta, quizá algo ambiciosa, para la que seguro necesitarán mejorar algunas cuestiones. Por ejemplo, fomentar el consumo de vehículos de cero emisiones; ya que hoy en día no representan un porcentaje muy alto de la cuota de mercado danesa.
Para Rasmussen, el objetivo está claro: hay que acabar con los combustibles convencionales y promover las energías alternativas si queremos un mundo más ecológico. Por ello, señala que a 17 años vista, todos los automóviles nuevos de su país tienen que ser eléctricos, híbridos o similares.
Cooperación internacional
Ya hace tiempo que las diferentes naciones europeas trabajan en nuevas normativas y regulaciones para intentar que los niveles de contaminación de las ciudades se reduzcan. Muchos hablan ya del fin del diésel y, otros, vaticinan que la gasolina también tiene los días contados. Aunque, por ahora, sea la alternativa más viable y demandada por los conductores.
Ante esto, como publican en Bloomberg, el primer ministro danés hace un llamamiento a las demás naciones europeas para que sigan sus iniciativas. Considera que la clave es la cooperación entre las naciones que comparten los mismos valores, pues gracias a ello se conseguirá que las marcas reaccionen y profundicen en el desarrollo de vehículos más respetuosos con el medio ambiente. Y no solo eso, asegura que si todos los que creen en el proyecto cooperan, se pondrá fin a todas las desventajas que aún presentan los vehículos de energías alternativas. Sin ir más lejos, la escasez de puntos de carga para coches eléctricos.
Cuestión de números
Sobre el papel, este proyecto parece una gran idea, pero todos sabemos que lo difícil es convertirlo en realidad. Algo que, en realidad, no parce posible en tan solo 12 años. Principalmente porque, si nos fijamos en los datos que publica Motorpasión, en 2017 las ventas de coches eléctricos en Dinamarca solo representa un 0,4 % de la cuota de mercado. Cifra que apenas es representativa y, mucho menos, si la comparamos con los porcentajes de Suecia (5,3 %) y Noruega (39 %).
Sin embargo, la apuesta de Rasmussen es conseguir que circulen por las carreteras danesas más de un millón de coches eléctricos en 2030. Sin duda, un objetivo para el que tendrán que proponer soluciones, como ayudas económicas para promover la compra de estos vehículos y abaratar sus costes.
No obstante, tal como publica El Mundo, se trata de una propuesta que forma parte del nuevo plan climático del país, aunque lo cierto es que para conseguir llevarla a cabo necesitarán apoyos en el Parlamento. En principio, podrían conseguir el respaldo del Partido Popular danés, pero aún no hay nada decidido. Todavía, el plan de futuro que contempla una Dinamarca más verde sigue siendo teoría.
