La directora general de Peugeot en España y Portugal, Hélèn Bouteleau, se ha mostrado crítica con la etiqueta ECO que tienen los nuevos coches microhíbridos. Esta nueva mecánica, que incorpora un generador de 48 V para aportar energía extra, y limpia, a determinadas fases de la conducción, se está extendiendo por las nuevas gamas de coches con motor de combustión.
Se trata de una tecnología más barata que los sistemas híbridos convencionales. Permite así contener los precios, reducir consumos, emisiones de CO2 y adquirir la etiqueta ECO. Es un sistema que, casualmente, no tiene Peugeot en su gama actual.
Boutelau cree, en declaraciones a Europa Press, que el sistema actual de la DGT debería ser “más correcto”. “Creo que hay que trabajar para hacer algunos cambios y quizá tendría que ser un sistema más perfeccionado”, explica. Esto apunta especialmente a los requisitos para obtener la etiqueta ECO, que superan coches de gran potencia sólo porque cuentan con el generador, dejando fuera a vehículos con motor diésel o gasolina menos potentes, pero más eficientes.
La directiva de Peugeot sigue la tesis defendida el verano pasado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Ésta alerta de mayor consumo y emisiones de los ECO, aludiendo directamente a los microhíbridos, que en coches con etiqueta C.
Para ello, exponía varios ejemplos de modelos, acompañados por su consumo de combustible medio homologado. El Nissan Qashqai diésel 116 CV o el Dacia Sandero gasolina 75 CV, ambos con el distintivo C, consumen menos (4 y 5,9 l/100 km, respectivamente) que coches de alta gama ECO como el Audi Q8 50 TDI (6,7) o el Range Rover Evoque P300 (9,8 l/100 km).
Para la OCU, esta situación es engañosa para el usuario: cree estar comprando un coche menos contaminante, y con menos restricciones de uso, por ser ECO, cuando consume más combustible y emite más CO2 que un coche C.
La DGT, por su parte, basa su sistema de etiquetas en la actual normativa europea, que califica la mecánica de motor y generador eléctrico como híbrida. Por lo tanto obtienen la misma calificación que los híbridos convencionales, por lo que no se les podría discriminar otorgándoles una etiqueta diferente a su denominación oficial.