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Espejos retrovisores electrocrómicos: qué son y para qué sirven

Espejos retrovisores electrocrómicos, qué son

Los espejos electrocrómicos cuentan con una función de antideslumbramiento automático

Si has tenido que conducir por la noche con tu automóvil, habrás notado que hay ocasiones en las que te deslumbran los faros de otros coches que vienen por detrás. Tranquilo, no has regulado mal los espejos retrovisores. Es más, cuanto mejor regulados los lleves, más notarás este molesto reflejo. Desde hace unos años, este problema se puede “solucionar” gracias a la doble posición del espejo retrovisor interior: la “normal” y la “antideslumbrante”.

La segunda de ellas se consigue accionando una palanca situada bajo el marco del espejo. Un mecanismo interior se encarga de cambiar el ángulo de esta superficie, de manera que modifica la dirección de los rayos de luz que refleja. Pero, para quien haya probado esta maniobra antideslumbrante, sabrá que requiere del accionamiento manual por parte del conductor o del copiloto y que es una función exclusiva del espejo retrovisor interior.

¿Qué son los espejos electrocrómicos?

Son unos evolucionados espejos retrovisores que también se conocen como “de oscurecimiento automático”. Cada vez se van viendo más en los nuevos modelos que salen al mercado, aunque los hay que no los equipan de serie. Esta tecnología la incluyen tantos los espejos retrovisores exteriores, como el interior. Los podrás reconocer porque incluyen un piloto iluminado con una luz verde (cuando está activado). Los espejos electrocrómicos están fabricados con varias capas; la que vemos es la de vidrio, que queda por encima de otra capa conductora y de otras tres superficies –una de ellas conductora de la electricidad-.

Esta tecnología electrocrómica es capaz de aplicar corriente para oscurecer el espejo. Utiliza un microprocesador y dos sensores de luz –uno en la parte delantera del retrovisor y otro en la trasera-. Según la luminosidad que perciban sus sensores, el vidrio se oscurece más o menos. Suele necesitar unos seis segundos para ponerse en modo “antideslumbramiento”, con un proceso de aclaramiento del espejo –se aplica una corriente inversa- que tarda 10 segundos.

Redacción

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