La DGT obligará a instalar una alerta de exceso de velocidad en todos los coches nuevos

El sistema de alerta avisará al conductor mediante un sonido cuando exista exceso de velocidad.

Europa legisla y España ejecuta. En el caso de la obligatoriedad de llevar una alerta de exceso de velocidad en el coche, aprobada por el Parlamento Europeo el pasado mes de abril, la DGT ha anunciado que deberá llevarse instalado obligatoriamente en todos los coches nuevos a partir de 2022.

El organismo de Tráfico ha adelantado esta medida, según La Vanguardia, coincidiendo con la campaña especial de control de velocidad que puso en marcha ayer lunes. En ella se intensificarán los controles hasta el próximo domingo, tanto en vías urbanas como carreteras convencionales.

Alerta similar a la del cinturón de seguridad

El sistema obligatorio que Bruselas aprobó el pasado mes de abril es el asistente inteligente de velocidad (ISA). Su software integra información sobre carreteras y sus límites de velocidad en cada uno de sus tramos. Si el conductor sobrepasa el límite marcado en la vía, salta una alerta en forma de sonido repetitivo y molesto, que va aumentando de intensidad si no se apaga a tiempo.

El sonido es similar al que salta cuando el conductor o sus ocupantes se olvidan abrocharse el cinturón de seguridad. Una solución que con el paso de los años se ha hecho muy común y ha conseguido salvar millones de vidas en todo el mundo. Si bien el proyecto inicial de la Unión Europea contemplaba la instalación de un limitador real, que bajase automáticamente la velocidad al sobrepasar el límite, finalmente se optó por una solución más simple tecnológicamente hablando, que deje al conductor la responsabilidad de desacelerar.

Sistema conectado a la DGT, ¿futuro ‘chivato’ de infracciones?

En principio, este sistema de alerta de exceso de velocidad funcionará con un GPS que estará conectado a la base de datos de la DGT. Así, el conductor será informado en todo momento de que está infringiendo la ley y se enfrenta a una posible multa.

No se ha detallado aún sobre si en el futuro será el propio ‘software’ el que se ‘chivará’ a Tráfico sobre la infracción en cuestión, alertando a los agentes de que el vehículo ha sobrepasado el límite para sancionarlo posteriormente. Es un supuesto legal que no está contemplado en la legislación actual. No obstante, este sistema abre la puerta a los llamados ‘coches conectados’ o 5G, capaces de interactuar con otros objetos, vehículos y también, para bien o mal, según se mire, con los agentes de tráfico.

Poco margen para su implantación

Así las cosas, los fabricantes tienen poco más de dos años para instalar en sus coches este dispositivo.  Actualmente sólo está disponible para algunos modelos, y de forma opcional.

En principio parece poco tiempo de adaptación. Será necesario incluir nuevos elementos en los vehículos para garantizar su correcto funcionamiento (sensores, cámaras), periodos de pruebas, etc. Además, el sistema acabará, posiblemente, por encarecer los precios, aunque, por otro lado, se salvarían buena parte del 30% de víctimas por exceso de velocidad cada año. La balanza acabará decantándose por este último aspecto, indudablemente.

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