Land Rover Discovery 3.0L TDV6, a prueba: el gran jefe

Cuando el terreno se complica, el nuevo Land Rover Discovery 3.0L TDV6 ejerce su posición de poder. Un vehículo, de los pocos que quedan, en el que prevalece el uso campero sobre la carretera. Y, por cierto, con siete plazas aptas para todos los públicos.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: fotos

Alto, hercúleo, casi hasta amenazante. Desde el elevado puesto de conducción del Land Rover Discovery 3.0L TDV6 es difícil no mirar con soberbia al resto de la circulación.

Ahí “abajo” quedan los demás coches, “atemorizados” ante un modelo exuberante que viene a completar la gama de Land Rover. Un todoterreno de verdad, podríamos decir, en virtud de las muchas capacidades camperas que obsequia, pero que se aproxima tanto al todopoderoso Range Rover Sport que cuesta discernir para qué público está hecho uno y otro.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: diseño

Desde la estética, con la habitual firma luminosa de los últimos lanzamientos, hasta el lujo que exhibe por cada uno de sus “poros”, el diseño del Land Rover Discovery 3.0L TDV6 está más cerca que nunca de su hermano, al que parece haberle comido el terreno.

Con un Land Rover Discovery Sport en la gama, la interpretación moderna del anterior Freelander, la propuesta que aquí analizamos va más allá y combina tres mundos diferentes.

Por la posibilidad de montar hasta siete asientos se erige como un automóvil familiar.

Tampoco desentona como SUV de lujo: su imponente aspecto se aleja claramente de la oferta generalista, viene cargado de equipamiento y presenta unos acabados impecables. Vamos, que en cualquier acto social de prestigio no desentona.

Finalmente, aboga por un uso aventurero con aptitudes todoterreno de primer orden.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: habitabilidad

Si bien es cierto que la gran carrocería del Discovery (ronda los cinco metros de largo) anticipa un interior holgado, también lo es la gran amplitud que Land Rover ha conseguido para todos los ocupantes.

Como era de esperar, conductor y acompañante gozan de un espacio generoso. De igual manera, los pasajeros traseros son acogidos en butacas que se pueden mover longitudinalmente, de forma manual; en opción, la inclinación de sus respaldos es regulable eléctricamente.

En esta zona las cotas de anchura y altura, amén de la distancia para las piernas, son excelentes. Como punto discutible, la banqueta no es tan grande como delante y quizá las personas más altas noten que estos asientos están posicionados un tanto bajos.

Como colofón, las dos plazas adicionales de la tercera fi la (1.785 euros) no son un mero añadido. A diferencia de otros modelos, la mayoría, en el Land Rover Discovery 3.0L TDV6 son utilizables por todo el mundo, no solo niños. Lo difícil será acceder y salir a las mismas, anótalo.

En todo caso, el fabricante ofrece, de nuevo haciendo necesario un importante desembolso (1.868 euros), el plegado inteligente de todos los asientos; bien desde la pantalla multimedia; de forma remota desde el teléfono móvil; bien desde el maletero.

El volumen del último varía mucho: discreto con siete plazas (258 litros), es brillante con cinco (1.137 litros) y fabuloso con dos (2.406 litros).

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: comportamiento off road

A la vista de lo que demanda la clientela del segmento, parece que el uso campero ha quedado relegado a un segundo plano. Pero el Land Rover Discovery 3.0L TDV6 se rebela ante este argumento a partir de unas cualidades off road sorprendentes.

Este coche dista mucho de ser un crossover: es un todoterreno de facto. Así lo atestigua una vez se aleja de “lo negro”, ayudado por una electrónica que dejaría atónitos a aquellos rudos 4×4 de hace no tanto.

Ahora todo es más fácil. Su sistema Terrain Response parece ideado para que hasta el conductor más inexperto pueda sortear obstáculos embarazosos con seguridad. Solo tiene que seleccionar el programa adecuado desde el mando de control ubicado en la consola. Hay cinco modos: general; hierba, gravilla y nieve; barro y baches; arena; y rocas.

Conviene “trastear” con ellos porque a veces no queda claro cuál utilizar, hecho que obvia el Terrain Response 2 (estreno en esta generación y dotación opcional) que añade la función Auto para desentenderse totalmente del ajuste.

Así, resulta muy sencillo subir y bajar rampas pronunciadas y acometer cualquier maniobra que se preste. Ojo, porque si la cosa se complica contamos con la reductora y, accediendo a la lista de opciones, con bloqueo del diferencial trasero y sistema All-Terrain Progress Control: una vez establecida la velocidad, solo hay que centrarse en la dirección mientras el coche avanza, incluso hacia arriba.

La suspensión neumática, de serie en este acabado HSE, incrementa la altura libre al suelo de forma significativa (hasta 75 mm). Y eso que el Land Rover Discovery 3.0L TDV6, ya de entrada, es un todoterreno talludo. Pero ni la roca más alta se le resiste, como cabe constatar en las imágenes.

De hecho, es todo un espectáculo apreciar cómo la carrocería se eleva, muchísimo, ofreciendo entonces unos ángulos de aproximación, ventral y de salida admirables: 34, 27,5 y 30 grados, respectivamente.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: comportamiento en carretera

Pese a la reducción de kilos de esta generación, el Land Rover Discovery 3.0L TDV6 sufre cuando vienen curvas. No es que salir de los caminos le siente mal, sino que los acusados balanceos de su carrocería invitan a tomarse las cosas con calma.

En este contexto, el control de estabilidad es bastante intrusivo y tiene trabajo para mitigar la propensión a subvirar. Da igual que seamos finos con la dirección, porque enseguida se ilumina el chivato en la instrumentación, avisando que esto no es un Range Rover Evoque.

Ahora bien, la impresión mejora en vías rápidas, donde la suavidad de movimientos lo convierten en un coche cómodo y agradable.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: motor

Land Rover apuesta, con criterio, por mecánicas de gasóleo. Hay tres diésel, si bien no falta una cuarta de gasolina. A tenor de la exigencia del producto, el seis cilindros TDV6 de nuestra unidad, con 258 CV, parece el mejor compañero.

Por debajo hay un tetracilíndrico que se acerca mucho a esa cifra (240 CV), aunque carece del refinamiento de la versión probada.

En verdad las prestaciones están razonablemente bien cubiertas. Este seis cilindros goza de buen empuje, no le cuesta ganar velocidad ni adelantar en exceso, gracias a un par poderoso de 600 Nm. La gestión de la caja de cambios automática de ocho relaciones, es adecuada para que toda la fuerza se muestre sin excesiva demora, salvo en el arranque inicial, donde hay que anticipar la jugada para salir con celeridad.

A su vez. la transición de marchas es refinada, en línea con el tacto general de un Land Rover Discovery 3.0L TDV6 que, por cierto, firma un consumo medio alto, pero no desorbitado: de 9 a 10 l/100 km. Para ser sinceros, una cota habitual siempre que nos alejemos de la ciudad, donde la envergadura del coche es un hándicap añadido al gasto.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: precio

Ni que decir tiene, el rango de prestigio de este Land Rover obliga al peaje de un precio elitista, 74.500 euros, en línea con alternativas de lujo equiparables (Audi Q7, BMW X5, Mercedes GLS, Jeep Grand Cherokee…). En consonancia, su equipamiento de serie es abundante, a completar con extras muy interesantes siempre que la cartera lo permita.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: conclusión

Con tanto producto parecido, cada vez me cuesta más ubicar el Discovery dentro de la marca. En carretera no es muy ágil, pero los ayudantes electrónicos incorporados le permiten afrontar un uso off road de forma prodigiosa.

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: valoración

Imagen: 4
Acabados: 5
Puesto de conducción: 4
Habitabilidad: 5
Maletero: 5
Motor: 4
Recuperación: 4
Prestaciones: 3
Dirección: 4
Caja de cambios: 4
Frenos: 4
Estabilidad: 3
Consumo: 3

*5 es lo máximo, 1 lo mínimo

Texto: Juan Pablo Esteban
Fotos: Paloma Soria

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: ficha técnica

Land Rover Discovery 3.0L TDV6: equipamiento

DE SERIE.  Asistente de frenada de emergencia automática; control de frenada en curva CBC; asistente al arranque y descenso de pendiente; sistema de control del balanceo RSC; suspensión neumática autonivelante; caja de cambios con marcha reductora; sistema de monitorización de presión de neumáticos; control de velocidad de crucero; sistema de alerta por cambio involuntario de carril; faros de tipo LED; llantas de aleación de 20 pulgadas; sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara posterior; doce huecos de almacenamiento; acabado interior en madera; tapicería de cuero; acceso y arranque sin llave; apertura y cierre eléctricos del portón; climatizador bizona; sistema multimedia InControl Touch Pro Navigation HDD con pantalla táctil de 10 pulgadas; equipo de audio Meridian 380 W; radio digital DAB; Bluetooth; InControl Protect (incluye llamada de emergencia automática, y Remote Apps).

OPCIONES. Pintura metalizada Corris Grey (1.121 euros); InControl Connect Pro Pack (786 euros); Seat Pack 4: tapicería de piel, memoria y ajuste eléctrico de asientos (2.423 euros); tercera fila de asientos (1.785 euros); plegado de asientos inteligente (1.868 euros); columna de dirección con ajuste eléctrico (450 euros); Versatile Climate Comfort Pack: incluye parabrisas con control térmico y acústico, climatizador de tres zonas, volante calefactable y compartimento de consola central refrigerado (1.428 euros); Drive Pack: incluye control de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, asistente de salida de aparcamiento y sistema de alerta por cansancio del conductor (516 euros); rueda de repuesto de tamaño completo (604 euros); asientos delanteros y traseros climatizados (2.467 euros); techo solar eléctrico (2.132 euros); Capability Plus Pack: incluye Terrain Response 2, diferencial de bloqueo trasero activo y All Terrain Progress Control (1.538 euros) y llantas de 20 pulgadas Sparkle Silver (676 euros).