El Grupo Fiat ha llamado a revisión a 4,8 millones de vehículos en Estados Unidos. El motivo, en esta ocasión, es un supuesto problema en la programación de la centralita que impide el correcto funcionamiento del control de crucero, el sistema encargado de mantener una velocidad constante en carretera.
Según ha señalado la compañía en un comunicado, no tiene constancia de que se haya producido un ningún accidente ni de que haya ninguna víctima por el mal funcionamiento de un sistema que lleva 6 años implantado en sus vehículos. Por el momento, recomienda no utilizarlo hasta que no haya sido actualizado.
Ningún vehículo afectado en Europa
Por el momento, la compañía está avisando a los propietarios de los vehículos para que pasen por un taller oficial de las marcas afectadas para que realicen la reconfiguración del software.
La mayoría de los automóviles afectados fueron vendidos en Estados Unidos, aunque también hubo algunos que llegaron a Canadá, México y en los países en los que la compañía está fuertemente implantada. No hay constancia de que alguno de estos vehículos afectados haya llegado a Europa.
De los modelos de origen Chrysler
Estos son los coches que se han visto afectados por esta llamada a revisión masiva:
- Chyrsler 200 sedán (todos aquellos fabricados entre los años 2015 y 2017)
- Chrysler 300 sedán (2014-2018)
- Chrysler Pacifica, versión comercial (2017-2018)
- Dodge Challenger coupé (2015-2018)
- Dodge Charger sedán (2014-2018)
- Dodge Journey (2014-2018)
- Dodge Durango (2014-2018)
- Jeep Cherokee (2014-2018)
- Jeep Grand Cherokee (2014-2018)
- Jeep Wrangler (2018)
- Ram 1500 (2014-2019)
- Ram 2500 (2014-2018)
- Ram 3500 (2014-2018)
- Ram 3500 (2014-2018)
- Ram 4500/5500 (2014-2018)
Llamada a revisión del Grupo Fiat, importante susto
La compañía italoestadounidense no entiende qué ha podido suceder; pues el control de crucero que ahora ha resultado defectuoso se lanzó hace 6 años. Y, entre todos los vehículos que lo montan, se han recorrido 321.868 millones de kilómetros sin un solo problema. Hasta ahora.
Todo comenzó hace unas semanas cuando un usuario alquiló un Dodge Journey. Activó el control de crucero para circular por la autovía a 113 km/h. El problema llegó cuando quiso desconectarlo; pues, según dice, le resultó imposible. Solo consiguió frenarlo pisando el pedal correspondiente. Y, aun así, el coche seguía acelerando.
Con esta, el Grupo Fiat se ha quedado muy cerca de entrar en el ránking de las mayores llamadas a revisión de la historia.