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Los anuncios de coches de la última Super Bowl

Para los estadounidenses (y aficionados al fútbol americano) la Super Bowl es la final entre los dos mejores equipos de la temporada de la NFL. Sin embargo, para el resto de mortales, es uno de los mayores espectáculos que se pueden seguir por la televisión y que llama la atención por las mareantes cifras que maneja. Seguido por más de mil millones de telespectadores, ¿sabías que un anuncio de 30 segundos puede tener un coste de 5 millones de dólares (4,16 millones de euros)? Analizamos cuáles han sido los mejores anuncios de coches de la Super Bowl que anoche disputaron Tampa Bay Buccaneers y Kansas City Chiefs. Por cierto, con victoria para los primeros por 31-6.

Cabe destaca que este año el sector del motor no ha tenido el protagonismo que otros años. Son pocas las marcas que han decidido anunciarse teniendo en cuenta los costes que esto conlleva y la caída del mercado experimentada a nivel mundial.

Ford, reconocimiento a quienes luchan contra el Covid-19

La firma del óvalo, en su anuncio de la final de la Super Bowl hace un reconocimiento a los sanitarios que han estado en primera línea de batalla contra el covid-19 con imágenes impactantes de hospitales, pruebas de PCR o familias que han sufrido alguna pérdida.

Además, también muestran las líneas de montaje de sus fábricas que han ayudado en la fabricación de material sanitario. Y, como colofón queda un mensaje para la esperanza, ‘#FinishStrong’, saldremos más fuertes.

General Motors, la apuesta por la conducción eléctrica con un toque de humor

Will Ferrell se da cuenta de que Noruega es el país con el mayor número de coches eléctricos per cápita y decide ir hasta allí para comprobar por qué sucede esto. Sin embargo, el viaje no le sale como él esperaba.

La compañía aprovecha para lucir el Hummer eléctrico y sobre todo el nuevo Cadillac Lyric, así como anunciar que en 2025 contará con 30 modelos electrificados.

Toyota, la capacidad de superar todo tipo de adversidades

La marca japonesa saca pecho de su colaboración con el Comité Paralímpico Estadounidense con la figura de Jessica Long, ganadora de 13 medallas de oro en Juegos Paralímpicos, una deportista de origen ruso que fue adoptada siendo un bebé por una familia estadounidense que no dudó un momento en acogerla incluso mostrando la falta la parte inferior de sus piernas.

Siempre les advirtieron de las dificultades que tendría que afrontar, sin embargo ella se impuso a todas hasta demostrar ser la mejor deportista en varias disciplinas deportivas.

Cadillac, el hijo de Eduardo Manostijeras y la conducción autónoma

El hijo de Eduardo Manostijeras se hace mayor y se encuentra con el mismo problema que tenía el padre: sus manos han sido sustituidas por tijeras por lo que no puede hacer vida normal.

Una de sus pasiones es la conducción pero con unas extremidades así no puede manejar un coche hasta que su madre le regala un vehículo de conducción autónoma. Nueva aparición del Cadillac Lyriq.

Jeep, apelación a la unión del pueblo

Jeep es uno de los símbolos de Estados Unidos y en su anuncio, el más largo de todos, apela a la vuelta a la unidad tras unos tiempos convulsos. No alude a qué ha sido lo que ha llevado a ese enfrentamiento pero sí apunta a la necesidad de la coexistencia pacífica entre la ciudadanía para salir adelante.

Para ello se sirve de una ciudad con una dura realidad en la que población e instituciones funcionan de forma unida para sobrevivir. Y lo hace con la figura de Bruce Springsteen narrando la historia, también llamado The boss (el jefe).

Y finaliza proyectando la bandera de Estados Unidos sobre un Willys, el insigne modelo que el ejército estadounidense utilizó durante la Segunda Guerra Mundial.

Vroom.com, la facilidad de comprar un coche desde casa

Se trata de un compraventa de coches de segunda mano que no ha querido desaprovechar la ocasión para mostrar las bondades de adquirir un coche desde casa,  una de los escasos segmentos que aún no han logrado dar el paso a la venta online.

El anuncio muestra el ‘suplicio’ que puede ser ir a comprar un vehículo de ocasión a un concesionario. Eso sí, de forma un tanto exagerada.

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