Portada » Actualidad » El muñeco de Michelin cumple 120 años con una figura muy estilizada

El muñeco de Michelin cumple 120 años con una figura muy estilizada

muñeco Michelin

Atrás quedó eso de denominar Michelin a ese flotador que nos sale alrededor de la tripa cuando no hacemos suficiente ejercicio. El muñeco del fabricante de neumáticos, cuyo nombre real es Bibendum, acaba de cumplir los 120 años. Y lo hace con una figura muy estilizada. Sí, su fisionomía está hecha mediante ruedas apiladas pero ya hace tiempo que sus formas orondas quedaron a un lado.

Dicho muñeco nació de la imaginación de los hermanos André y Edouard Michelin. Y fue el caricaturista Marius Rossillon, también conocido como O´Galop, quien le terminó de dar forma. Su primera aparición llegó con un cartel publicitario en 1898. Y cobró relevancia al ser uno de los protagonistas de la primera edición del Salón de París. Desde entonces se ha convertido en una de las figuras más carismáticas del mundo de la automoción.

Largo recorrido

muñeco Michelin

Son muchos los ilustradores que han tomado el lápiz y el pincel para afinar su figura. Artistas de todas las épocas como Hautot, Grand Aigle, Riz, Cousyn y René Vincent se encargaron de evolucionarlo y darle el carisma del que goza ahora. De hecho, fue tal el interés que despertó, que no fueron pocos los dibujantes que quisieron interpretar las formas de esta figura. Sin embargo, Michelin centró todas las ideas en su Estudio de Diseño Central ante la cantidad de variantes y versiones que estaban surgiendo para que solo hubiera un perfil oficial.

Buena parte del éxito de Bibendum se debe a la personalidad que la neumatiquera le ha sabido imprimir. Así, siempre se le ve sonriente, amable, protector y con un toque travieso.

No para

muñeco Michelin

Bibendum ha sido protagonista de campañas de publicidad, tiras cómicas, seriales, se le ha visto comandando cabinas de camión… Su figura se ha hecho tan popular que en el año 2000, el diario Financial Times lo designó como el mejor icono de una marca de todos los tiempos.

Sin embargo, no se conforma con eso. El año pasado volvió a pasar por quirófano y se revisó su fisionomía. Y es que, en estos tiempos que corren, ni Michelin ni Bibendum pueden ser sinónimos de gordura.

Carlos Olmo

Desde pequeño dando la tabarra con los coches en casa. He conseguido convertir mi pasión en mi profesión, y llevo más de diez años intentando ponerme al volante de cualquier coche y reflejar mis impresiones en un folio en blanco. Producto, competición, producción, concesionarios, mercado, talleres, componentes, primer equipo, clásicos… no en este orden pero de todo he escrito. Y espero seguir escribiendo durante mucho tiempo.

Ver todas las publicaciones