Hoy, 1 de septiembre, entra en vigor el nuevo test de medición de consumo y emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos promovida por la Unión Europea. El objetivo es que las homologaciones de consumos y emisiones reflejen de una forma más fiel las que se encontrarán los conductores en su día y no solamente unas mediciones de laboratorio, que es lo que se exigía hasta ahora a nivel continental. Dentro de un año, en septiembre de 2018, esas pruebas también se aplicarán a los automóviles ya matriculados, como ya te adelantamos hace unos días.
El test WLTP, que es el nombre que ha recibido por sus siglas en inglés, es solo el primer paso de cara a adaptarse a la normativa que entrará en vigor el 1 de enero de 2019 y que será aún más restrictiva. Ésta reflejará de una forma aún más fiel los consumos en condiciones reales de uso y podría provocar que el mercado automovilístico nacional descendiera hasta en un 7 %, según señalan algunas voces del sector, debido a que muchos vehículos perderían las ayudas con las que sí cuentan en este momento.
Actualmente están exentos del pago del impuesto de matriculación los vehículos que emitan 120 gramos de CO2 por kilómetro o menos. Los que tengan entre 121 y 160 gramos deberán pagar el 4,75 %, mientras que se sitúen entre los 161 y 200 gramos, el 9,75 % y, si superan los 200 gramos, el 14,75 %. Con las pruebas que simulan la conducción real, los niveles de dióxido de carbono son más elevados que con las de laboratorio. Por lo tanto, el número de vehículos que pueden acogerse a esta bonificación descenderá.
Los ciudadanos, los más perjudicados
Pasar del modelo de pruebas que ha estado vigente hasta ahora (NEDC) al nuevo (WLTP) aumentará el nivel medio de las emisiones de un mismo vehículo en un 6 %. Esto puede provocar que un automóvil que estuviera exento del pago ahora pase a estar considerado del primer tramo y tenga que pagar el 4,75 % del impuesto de matriculación. El incremento estimado del total en el pago de dicho impuesto podría rondar los 250 millones de euros extra para las arcas del Estado.
Esto será aún más evidente cuando entre en vigor el ciclo de homologación RDE en 2019, ya que aún será más estricto. En comparación con el NEDC, el aumento podría alcanzar el 25 % de las emisiones de CO2. Traducido a cifras concretas, la recaudación por el impuesto de matriculación podría elevarse hasta en 750 millones de euros, que habría que sumar a los 328 millones que se ingresó con el impuesto de matriculación durante el año pasado.
Las organizaciones relacionadas con el mundo del motor, como la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), y las que defienden a los usuarios, como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), entre muchas otras, han pedido al Gobierno que modifique los tramos de bonificación para que los consumidores no se vean afectados por los cambios en las pruebas de homologación. Por el momento, el ejecutivo no se ha pronunciado sobre este tema.
