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La DGT pondrá nuevos radares en las carreteras secundarias

La DGT quiere reducir la siniestralidad en nuestras carreteras y uno de los frentes que tiene abiertos para lograrlo es el de reducir la velocidad. Para ello ha decido instalar hasta 75 nuevos radares en carreteras secundarias de los que hasta un 40% serán radares móviles.

A estos añadirá 28 drones de vigilancia también en carreteras secundarias, de los que 20 servirán para tareas de vigilancia y 8 para formación de nuevos agentes de tráfico, los cuáles verán incrementado su número hasta los 9.100.

La DGT se centra en las carreteras secundarias para bajar la siniestralidad

Desde la entidad que gobierna Pere Navarro se ha señalado al exceso de velocidad como uno de los principales causantes de accidentes y víctimas en nuestro país, así como el consumo de alcohol y estupefacientes y las distracciones.

Según apuntan las estadísticas que la propia DGT maneja, sobre el 60% del total de accidentes se producen en este tipo de vía. Es por esto que ha puesto en marcha numerosas iniciativas para reducir esta siniestralidad. La primera que de ellas fue la de rebajar la velocidad máxima. Pasó de 100 km/h a 90, la cual acompañó de campañas especiales de control de velocidad en estas vías.

Además, ha dispuesto nuevas señales de tráfico especiales para motoristas advirtiendo de la presencia de tramos peligrosos para este colectivo, pronto dejará de estar permitido superar en 20 km/h el máximo de la vía para adelantar y están en estudio nuevas marcas viales para señalar cuando se aproxima el fin de la zona en la que se permite adelantar. Quien quiera superar a otro coche, camión o tractor, tendrá que hacerlo cumpliendo los límites de la vía.

A esto suma la presencia de furgonetas, camiones y motos camufladas en movimiento para lograr un mayor control de los excesos que se cometen en las carreteras secundarias.

Más de 1.400 radares en nuestras carreteras

Con la llegada de estos nuevos radares, el número de cinemómetros en nuestras carreteras superaría la barrera de los 1.400, una cifra que, a pesar de todo, parecen pocos para Pere Navarro quien ha puesto en varias ocasiones como ejemplo a Francia, donde hay 4.000 radares y a Reino Unido donde hay 8.000, países con una extensión inferior al nuestro.

En la actualidad contamos con un tal de 764 radares fijos, 548 radares móviles y 80 de tramo. A los que pronto se sumarán otros 75 en las carreteras secundarias. Solo el tiempo dirá si cumplen con su propósito. En 2020 el número de fallecidos bajó un 21% (870 muertos en carretera) a pesar de que el número de viajes se redujo en un 25% lo que indica que la proporcionalidad de viajes-fallecidos aumentó.

Ahora toca comprobar si cuando regresen las cifras habituales de número de viajes, el número de fallecido sigue bajando.

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