Cuando viajamos hacemos un completo estudio de mercado calculando al milímetro cada uno de nuestros gastos. Tenemos un presupuesto y no podemos superarlo. Sin embargo, la sorpresa les llega a muchos cuando tienen que pasar por caja y abonar el aparcamiento del aeropuerto. Uno es consciente de que todo en los aeropuertos es muy caro (el precio de un café se multiplica), pero es que hay veces que dejar el coche a buen recaudo vale más que el propio vuelo.
AirHelp, plataforma online que analiza las compensaciones por retraso, cancelaciones o denegaciones de embarque, ha estudiado cuánto cuesta aparcar en los aeropuertos españoles durante una semana. Y, al contrario de lo que podría parecer, los principales destinos turísticos no siempre son los más caros.
Según esta plataforma, los aparcamientos más caros son de Aena, en concreto los de Ibiza, Barcelona, Gran Canaria y Tenerife (el del norte y el del sur), especialmente si no se ha hecho una reserva previa, con el descuento que este supone. Así, estacionar en el aeródromo de Ibiza conlleva un coste de 92,50 euros, cuatro euros más que el segundo más caro, el de Barcelona, que tiene cuesta 88,45 euros por una semana de parking.
En el lado contrario encontramos los aeródromos de Palma de Mallorca, Melilla y Alicante, y eso que el primero y el tercero también cuentan con una importante actividad por el turismo y que el avión es una de las dos alternativas que tiene la ciudad autónoma para comunicarse con el resto del país. Así, el aeropuerto de Palma de Mallorca es el más económico del país al tener un precio de 44 euros a la semana, mientras que Melilla y Alicante tienen un precio de 48,35 y 49 euros respectivamente por el mismo tiempo.
En el medio de la tabla se sitúan Pamplona, Valladolid, Murcia, Santander y Zaragoza, todas con un precio de 62,20 euros, mientras que otros aeródromos con mucho tráfico de viajeros como Madrid (66,75 euros), La Palma (67 euros), San Sebastián (70,35 euros) y Lanzarote (72,40 euros) cuentan con unos precios igualmente altos.
Y todo esto teniendo en cuenta que hay vuelos de compañías de bajo coste o de ofertas de última hora que tienen que apenas llegan a los 20 o 30 euros.