La placa de matrícula digital existe y ya forma parte de una experiencia piloto en California. 300 de ellas se están probando en vehículos (la mayoría ambulancias, taxis o autobuses) por la ciudad de Sacramento, gracias a la iniciativa de la empresa Reviver Auto. Llamada RPlate, la placa se basa en una pantalla digital HD en la que se muestra el número de identificación y otros mensajes personalizables.
Pero esta placa de matrícula digital no sólo se limita a identificar el vehículo. También es posible controlar la ubicación del mismo, gracias a una opción de la versión Pro. Un localizador interno se activa en caso de robo del vehículo y se conecta al mismo tiempo con la Policía. Este localizador se puede contratar por 8 dólares al mes (unos 7 euros), que se suma al elevado precio de la placa, 799 dólares (variante Pro).
Mensajes de alerta
Aparte de indicar la ubicación y avisar a los agentes, La Rplate también es capaz de mostrar mensajes de alerta que indican a los demás conductores que el coche está siendo robado. Por otro lado, es posible programar mensajes personalizados que se podrán ver cuando el vehículo esté apagado y estacionado. Durante la marcha, sólo será posible ver el número de matrícula.
No obstante, este servicio de localización vía GPS puede ser vulnerable en lo relativo a la privacidad. En este sentido, Reviver Auto ofrece la posibilidad de desconectar el servicio en cualquier momento, protegiendo así la ubicación. Asimismo, sus servidores internos de datos están protegidos con claves de cifrado de alta seguridad, para evitar ser pirateados.
Expansión por los EEUU, ¿y Europa?
Los test con estas placas de matrícula digitales están siendo satisfactorios en California y, en los últimos días, se ha anunciado otro periodo de pruebas similar en Phoenix, Arizona. La compañía tiene previsto vender sus RPlate en Michigan, donde ya es legal circular con estas, así como en Texas y Florida.
Avanzadas, multifuncionales y resistentes (soportan cualquier condición climática), las matrículas digitales están siendo una experiencia muy positiva en Estados Unidos. De momento, no hay planes a corto y medio plazo para su implantación en Europa, donde habrá que seguir adquiriendo las de metal o metacrilato.
