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Porsche 911 GT3 Touring: elegancia deportiva

La generación 992 del Porsche 911 GT3 ya tiene disponible la variante GT3 Touring en la que lo más representativo es una silueta más elegante gracias a la ausencia del alerón trasero fijo.

Creo que pocos Porsche 911 representan tanto el ADN de la firma alemana como el GT3. Presentado en su generación 992 hace escasas semanas, destaca sobre todo por ser una auténtica bestia de los circuitos. Una carta de presentación que le debe, principalmente, a su trabajada puesta a punto en la que destacan, entre otros, el gran alerón posterior con el que obtiene una elevada carga aerodinámica.

Elemento, este último, que siendo el más representativo de esta versión supone una barrera para muchos potenciales clientes, quienes no quieren ir ‘dando el cante’ de manera tan poco discreta. Por eso Porsche lleva años pensando en ellos y ofreciendo el paquete Touring para su GT3 con el que el Nueveonce más radical mantiene todas sus cualidades prescindiendo del comentado alerón.

Silueta de Gran Turismo

Ahora bien, no entres en estado de alarma y es que este GT3 Touring mantiene casi intacta su carga aerodinámica pero en este caso es proporcionada por un pequeño alerón retráctil que se despliega en su parte trasera de manera automática. Otros detalles que le diferencian del GT3 convencional son las molduras plateadas en aluminio anodizado presentes en los marcos de las ventanillas o en las salidas de escape así como el logo GT3 Touring y el spoiler delantero en el color de la carrocería.

En cuanto al resto del conjunto estético, el GT3 Touring ofrece los típicos elementos visuales de esta versión tales como las enormes salidas de aire delanteras, las llantas de 20 pulgadas. El habitáculo, por su parte, se cubre de cuero en negro mientras que el salpicadero y la parte superior de las puertas tiene un bordado específico.

Tampoco hay cambios, por fortuna, en su mecánica y este GT3 Touring mantiene el exquisito 4.0 de seis cilindros en disposición boxer que genera 510 CV de potencia transferidos al asfalto bien mediante una caja de cambios manual de seis relaciones o una automática PDK de siete. Eso, unido a un peso inferior a los 1.500 kilos le dota de unas prestaciones de escándalo, 3,4 segundos en el caso del PDK (3,9 en el manual) con una punta de 320 km/h, y de una dinámica envidiable. El precio, también envidiable, sobre todo para aquel que tenga en su cuenta los 192.134 € que Porsche pide por él de inicio.

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