Los coches eléctricos e híbridos pretenden situarse como la mejor alternativa a los vehículos diésel o gasolina. Los primeros modelos que circulan por las carreteras han demostrado grandes resultados, ya que son automóviles menos contaminantes y que, a la larga, conseguirán que sus propietarios ahorren mucho dinero si comparamos lo que cuesta recargar las baterías de un eléctrico y llenar el depósito de un coche diésel, por ejemplo.
Sin embargo, son ventajas que todavía no han conseguido hacerse efectivas a gran escala. Es decir, de momento, los coches eléctricos e híbridos tienen un largo camino por recorrer en cuestiones de desarrollo; es necesario aumentar los puntos de recarga en las vías públicas; aumentar la autonomía de sus baterías y, como no, reducir su precio final para hacerlos más competitivos en el mercado. De hecho, a día de hoy, los eléctricos solo representan el 0,3 % de las nuevas matriculaciones. Algo que los híbridos apenas logran superar con un 0,5 % cuando se trata de coches gasolina con motor eléctrico y 0,9 % cuando son híbridos a gas.
Las baterías: el gran “problema” de los vehículos de energías alternativas
A pesar de que tanto los eléctricos como los híbridos son una alternativa cada vez más popular entre los consumidores, su desarrollo podría frenarse antes de lo que imaginábamos. Según informan en ABC, el FMI (Fondo Monetario Internacional) ha alertado de que el precio del cobalto y el litio puede ser el gran obstáculo para continuar con la fabricación de este tipo de vehículos. Pues, desde 2016 el cobalto se ha encarecido un 150% y el litio ha aumentado un 30% su valor con respecto al año pasado.
Ambos materiales son fundamentales para elaborar las baterías de estos coches y, debido a la fuerte demanda que están experimentando las baterías recargables, la preocupación por la potencial escasez de los mismos está cobrando cada vez más fuerza. Es más, de acuerdo a las primeras estimaciones, las reservas actuales de cobalto se agotarían en 2039; las de litio, en cambio, verán su final en 2047 aproximadamente.
¿Cuáles son las posibles soluciones?
En el medio que hemos citado anteriormente aseguran que existen determinados factores que pueden combatir esta volatilidad en los precios. Por ejemplo, apuntan que el reciclaje del cobalto podría ser uno de ellos, pero no el único. También consideran que el próximo paso debe ser desarrollar baterías más eficientes o el perfeccionar de las técnicas mineras para la extracción de estos materiales.
