Prueba del BMW X2 xDrive20d, un golpe maestro

Fotos: Paloma Soria

El fabricante alemán sigue experimentando con su gama compacta. Esta vez mediante un SUV de aspecto transgresor que, además de estar llamado a ser su próximo superventas, sirve de anticipo al futuro Serie 1 . Lo probamos con su mecánica diésel más potente.

Bajo el nombre UKL explota BMW la que probablemente sea su inversión más rentable. Me refiero a la plataforma de tracción delantera que poco a poco van adoptando los más compactos de la casa. Además de MINI . Tanto es así que el próximo Serie  1 cambiará radicalmente de concepto. Sirva este X2 de adelanto a un futuro que, lejos de decepcionar a los más puristas, demuestra que la marca sabe salirse de la regla y crear la excelente base sobre la que se estructura nuestro protagonista.

Detalles

Técnicamente es calcado al X1 , salvo por una menor largura (4,36 m) y altura, datos que no emborronan en exceso una habitabilidad más que adecuada. Ofrece  470 litros de maletero, en línea con sus rivales, y un espacio interior perfectamente válido para pasajeros de 1,85 m de altura en las plazas traseras; las más  afectadas por una caída del techo más acusada que lo acercan al tan ansiado formato cupé.

Hablando de estilo, es probablemente el BMW más atrevido de los últimos tiempos.No me refiero solo a su animada paleta de colores, entre la que se encuentra el tono Galvanic Gold de nuestra unidad. También a detalles exclusivos como el logotipo de la marca encastrado en los pilares traseros C o la parrilla invertida. Hay más, puesto que estrena un paquete M Sport X (6.250 €) que mezcla elementos deportivos con protecciones camperas, opción desde ahora presente en el  recién lanzado X4 .

Bien rematado

La personalización se traslada a un habitáculo sólido y bien rematado que, salvo por unas pocas notas de color, calca la Imagen  del X1. También la dotación tecnológica merece mención aparte: acude a un sistema multimedia con pantalla de 8,8 pulgadas con interfaz táctil que, ojo, solo es compatible con el protocolo Apple CarPlay, a pagar por separado.

Completa un elenco de asistentes a la conducción entre los que se incluyen el aviso de cambio involuntario de carril, la frenada de emergencia automática y el control de velocidad de crucero con  asistente en atascos. De nuevo, la mayoría forma parte del listado  de opcionales. Y es que el X2 peca de un equipamiento de fábrica algo justo cuando, de media, es  entre 2.000 y 3.000 € más costoso que el X1. Merece la pena optar, como mínimo, al acabado Advantage (1.850 €), que ya suma iluminación LED o control de velocidad de crucero adaptativo.

La gama de motores no es desconocida, de momento cuatro: dos de gasolina, de 140 y 192 CV, y los diésel 18d de 150 CV y el 20d de 190 CV que ilustra estas líneas. El último es un bloque remozado en el que BMW ha trabajado para  reducir gasto y emisiones, y pulir refinamiento. Puede que este último sea lo más notable. Es un motor bien aislado que solo se deja notar en fuertes aceleraciones.

Mueve con ganas el conjunto y su funcionamiento lineal es siempre agradable. Goza de una saludable cifra de par (400 Nm) con  la que lidia necesariamente una caja de cambios automática de convertidor de par y 8 relaciones, al ser la única posible. Suave y fina, pero reactiva si se exige mayor  régimen, mantiene a raya  un gasto situado, de media, cerca de 6,5  l/100 km; buena cifra.

El mejor de su clase

Tampoco escapa el 20d a la tracción total, centrada en la seguridad en firmes deslizantes y pistas sencillas. Y es que por cotas, altura al suelo y dureza de suspensión, no está pensado para grandes aventuras. Es precisamente allí donde mejor se desenvuelve, sin duda alguna, el SUV de su clase más efectivo en carretera. Goza de una agilidad propia de un compacto convencional, animado por una dirección muy directa (algo dura  en ciudad), que recuerda por tacto a MINI, y una suspensión firme (adaptativa en opción) que limita el  balanceo de la carrocería.

En fin, es de esos pocos  todocaminos que invitan a conducir por la gran puesta a punto de chasis.  Tampoco es tan cómodo como  un X1, ni lo pretende, pero seamos claros: su feeling, más deportivo,  no choca con unos niveles de confort bastante elevados.

Ficha técnica del BMW X2 xDrive20d

Equipamiento del BMW X2 xDrive20d

De serie: frenada de emergencia automática en ciudad; selector de modos de conducción; luz diurna LED; faros antiniebla; retrovisores de ajuste eléctrico y calefactables; sensores de luz y lluvia; sistema multimedia con pantalla de 6,5 pulgadas; Bluetooth; climatizador bizona; volante deportivo y llantas de 17 pulgadas.

Opciones: pintura metalizada Galvanic Gold (828 €); paquete M Sport X: incluye llantas de 19 pulgadas, tapicería en tela y Alcantara, control de velocidad de crucero, portón del maletero eléctrico, faros LED y suspensión deportiva M (6.250 €); tapicería de cuero Dakota (1.645 €); entrada y arranque sin llave (461 €); paquete Executive plus: incluye navegación, sensores de aparcamiento, cámara de marcha atrás y paquete de retrovisores (1.870 €); paquete Connectivity: incluye Head-up Display, navegación Plus, cargador inalámbrico, asistente personal y WiFi (3.429 €); Driving Assistant Plus: incluye control de velocidad de crucero con asis- tente en atascos, avisador de salida de carril, frenada de emergencia automática con detección de peatones y asistente de luces de carretera (1.443 €); Apple CarPlay (355 €) asientos delanteros eléctricos con memoria (1.124 €); equipo de sonido Harman/Kardon (934 €) y techo de cristal panorámico (1.479 €).