Prueba del Lexus RX 450h L Executive, la familia y ahora dos más

Prueba del Lexus RX 450h L Executive, SUV, híbrido y con siete cómodas plazas.

Su gran baza es ofrecer un aforo de siete plazas sin descuidar otros detalles que han llevado al Lexus RX 450h a ser un SUV de éxito. Confortable, refinado y eficiente, gracias a su sistema híbrido puro, esta variante larga también es muy exclusiva porque no tiene rivales directos.

El Lexus RX 450h es un refinado y lujoso modelo que lleva desde 2005 entre nosotros. Siempre ha rivalizado con los grandes SUV europeos, pero últimamente, al hándicap de no ofrecer motores de gasolina y diésel (únicamente una variante híbrida), añadía la desventaja de no contemplar siete plazas, aforo del que sí presumían sus principales rivales. Este último inconveniente queda ahora resuelto con esta variante larga Lexus RX 450h L.

Cumplidor

Da cabida a siete personas, preferiblemente cinco adultos y dos niños porque la tercera fila da lo que da de sí. No es de las más pequeñas que hemos visto, pero tampoco sobran centímetros. De todas formas tiene mérito porque esta variante gana dos asientos estirando solo once centímetros la largura externa.

Lo hace en el tramo final, en el voladizo trasero, modificando además el diseño del portón trasero y ganando algo de altura. Es menos ‘cupé’ que su hermano pequeña, pero el resto permanece casi tal cual.

Como la novedad va detrás, continuamos examinando la zona. La segunda fila del Lexus RX 450h L se ubica en una posición más elevada y cuenta con una banqueta que se puede desplazar 15 centímetros longitudinalmente. El motivo es poder jugar con el espacio y mejorar el acceso a la tercera línea. Se consigue a medias, porque un adulto tendrá que estar en forma para llegar.

Todo facilidades… o no tanto

La última fila son dos butacas individuales escamoteables, de manipulación eléctrica. Facilita que se menejen desde el maletero o desde un mando en la fila central. Dos niños irán de maravilla, dos adultos más forzados (mido 1,70 y rozo en el techo), pero en todo caso todos disfrutarán de climatización propia, independiente en ese espacio.

La zaga se remata con un maletero a la carta. Si vamos con el cartel de aforo completo la capacidad se reduce a 211 litros, muy poco. Con cinco plazas ocupadas sube a 828 litros y en caso de máxima necesidad ofrece hasta 1.656 litros, con un piso totalmente plano.

Un detalle más que facilita la vida: el portón es eléctrico, basta con acercar la mano al logo trasero para que se abra automáticamente. También me gusta que el estor cubre-equipajes se pueda guardar bajo el piso si lo desmontamos, para que no enrede por ahí o lo olvidemos en algún sitio si lo sacamos.

Remanso de paz

No hay cambios respecto al Lexus RX 450h estándar por calidad e insonorización, garantes de una paz absoluta. Todo va rematado con esmero, a la vista y al tacto, y en una conducción suave y tranquila los decibelios parecen quedar al margen. El head-up display es maravilloso por tamaño, resolución y la completa información que refleja.

Algo similar sucede con la pantalla de 12,3 pulgadas que preside el salpicadero. No es táctil y se maneja por medio del Control Remote Touch, una especie de ratón de PC muy original, pero con el que hay que familiarizarse porque no es tan intuitivo como sistemas similares.

Motor sobradamente conocido

Tampoco hay novedades mecánicas. El actor principal es un motor de gasolina 3.5 V6 aspirado que da 262 CV. A su lado, un propulsor eléctrico de 167 CV y en el eje trasero otro de 68 CV, que actúa sobre las ruedas traseras. Cuando los tres se ponen a trabajar codo con codo la potencia total sube a 313 CV.

Los eléctricos sirven de apoyo en momentos puntuales, aunque pueden actuar solos en momentos precisos. El trasero dota  de tracción total al RX 450h L sin necesidad de unión física entre ejes. También actúan como generadores de energía por medio de la frenada regenerativa; se alimentan gracias a una pequeña batería de níquel e hidruro metálico, muy fiable, pero más pesada y menos sofisticada que otra de iones de litio.

Para la gestión de todo este conglomerado apuesta por una transmisión automática CVT por variador, una gozada en plan tranquilo y no tanto si forzamos la marcha.

Salvo que iniciemos la marcha con demasiado brío, será la movilidad eléctrica la que asuma el protagonismo en los primeros metros. Al poco entrará en acción le mecánica térmica de forma suave, y a partir de ahí el sistema actuará según las circunstancias.

El motor trasero solo se activa en fases de máximo rendimiento o para estabilizar el coche en caso de adherencia pobre. Es un 4×4, sí, aunque totalmente asfáltico: su capacidad off road es limitada y no pretende competir ahí con otro rivales. Su guerra es otra.

Confort a raudales

Se mueve mucho mejor en planos como ofrecer un confort de marcha soberbio, con un tacto general muy agradable. Al volante invita a tomarse las cosas siempre con calma, pero sus 313 CV también permiten afrontar otros retos y sacar pecho si es necesario. Las prestaciones no abruman, pero permiten adelantar y acelerar con garantías.

Además, da la posibilidad de apostar por tres programas de conducción: ECO, Normal y Sport. Cambian la respuesta del motor, del acelerador, del cambio, de la dirección (nuestra unidad no portaba suspensión variable), sin saltos radicales.

También contempla un modo EV que autoriza ir de manera exclusivamente eléctrica un par de kilómetros a lo sumo siempre que la batería esté a plena carga. Aunque en este sentido habría que acudir al programa ‘Cuarto Milenio’ porque en tres de los siete días de prueba, al salir del garaje, con carga de batería y temperatura similares, no quiso rodar en posición cero emisiones. Misterios de la tecnología…

A su vez, el cambio CVT presenta seis relaciones, un tanto artificiales, que permiten cambiar de manera secuencial y neutralizar, en parte, el efecto del variador continuo… salvo en aceleraciones puras, donde sube hasta 6.000 rpm pero con un efecto ‘patinamiento’ no particularmente agradable.

Más o menos ágil

La suspensión es agradable, la dirección transmite, si bien no es demasiado directa, y el conjunto se muestra todo lo ágil que sus cinco metros y 2.275 kg le permiten. Es decir, la electrónica entrará a la mínima en apoyos fuertes para evitar situaciones ‘ingobernables’.

En ciudad y alrededores registré un promedio real de 6,5 l/100 km, muy atractivo, pero en carretera se disparó por encima de 9 l/100 km, quedando en evidencia frente a rivales diésel similares.

Nada que objetar al equipamiento de serie, supercompleto en todos los sentidos, como puede comprobar en el últio apartado de nuestro análisis. En fin, un modelo diferente que, para colmo de bienes, no tiene rivales directos.

Texto: Gregorio Arroyo // Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Lexus RX 450h L Executive

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Lexus RX 450h L Executive

De serie: Faros LED con accionamiento automático de luces de carretera;  Llantas de 20’’; asientos delanteros eléctricos, calefactados y ventilados; techo solar eléctrico; cámara trasera; Head-up display; sistema de navegación Premium; sistema multimedia con pantalla de 12,3’’; climatizador trizona; acceso y arranque sin llave;tercera fila de asientos plegable eléctricamente;  volante con ajuste eléctrico; alerta de cambio de carril con mantenimiento de trayectoria; alerta de tráfico cruzado en la zaga; asistente de arranque en rampa; control de crucero adaptativo; sistema de sonido Pioneer con doce altavoces; selección de modos de conducción ECO, Normal, Sport y EV; tracción 4×4 e-Four; frenada de emergencia con detección de peatones;reconocimiento de señales de tráfico; freno de estacionamiento eléctrico; portón trasero eléctrico con función manos libres; tapicería de cuero; barras sobre el techo; ordenador de viaje y mando de órdenes por voz.

Opciones: Pintura metálica (1.300 euros).