Prueba Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen, genes virtuosos

Análisis al detalle del Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: fotos

Parece raro, pero permíteme que empiece la prueba del Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen nombrando al Nissan Qashqai. Seguro que lo comprendes si sabes que el japonés, líder de ventas en su segmento en España, ha servido de base para desarrollar el francés. Ya sabes, cosas de las sinergias… En este caso, es el Grupo Renault el que aprovecha un modelo para crear otro, con la enorme ventaja económica que ello supone.

Sí, la plataforma, así como los motores y la tecnología, son comunes en ambos “SUV”. Entonces, el galo tiene mimbres suficientes para destacar en el listado de matriculaciones, ¿no? Efectivamente. Hay que dejarlo madurar lo suficiente para que, poco a poco, intente coger carrerilla hacia los puestos de cabeza. De momento, su presencia es mucho más notoria que la del primer Koleos, que pasó sin pena ni gloria. Así pues, pasito a paso.

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: cómodo y con suficiente eficacia

Comencemos a desgranar el coche. Si te gustan los todocaminos cómodos, aquellos en los que los ocupantes apenas notan las múltiples irregularidades de las carreteras, anota al Kadjar como opción. La suspensión absorbe muy bien todos los baches y badenes, de tal forma que se palpa el confort desde los primeros kilómetros. Viajas alto y sin incomodidades: buen punto de partida para muchos, ¿verdad?

Seguro que estás pensando que decepcionará en terrenos revirados. No es así. Sin estar entre los mejores, el Kadjar aguanta estoicamente la dura prueba de un puerto con muchas curvas cerradas. Lógicamente, las inercias son mayores que en un turismo, pero el coche se controla con mucha facilidad, pues no aparecen movimientos extraños. En vías secundarias, permite afrontar cambios de trayectoria con suficiencia, logrando un nivel dinámico que se encuentra lejos de los más limitados en estas lides.

La dirección y los frenos actúan con diligencia. Incluso un inexperto en este tipo de vehículos se acostumbrará al tacto de ambos con prontitud. También con la palanca de cambios, de 6 velocidades, se insertan velocidades de forma “limpia” y suave. No hay, por tanto, ningún elemento de accionamiento firme, ni mucho menos tosco.

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: pasa, que cabemos

Respecto a su “primo”, el Kadjar presume de mayor longitud, llegando a 4,45 metros. Esta dimensión se traduce en una destacada habitabilidad interior, al poder viajar dos adultos de talla alta y otros dos de estatura media sin estrecheces. En este punto, conviene advertir que el techo panorámico, opcional, limita algo la altura libre al techo. El espacio no destaca tanto como en el SEAT Ateca, pero a fe que sirve perfectamente como un modelo de carácter familiar.

Pasemos al maletero, que ofrece un volumen muy elogiable, algo mayor que la media: 472 litros con los asientos traseros en su posición estándar y 1.478 con ellos abatidos. Debajo del plano de carga, se encuentra un doble fondo, donde se pueden guardar objetos pocos voluminosos. Un punto mejorable es la altura del piso, algo elevada, que complica la tarea de subir pesadas maletas.

En cambio, hay que aplaudir los tiradores que permiten bajar los respaldos posteriores de forma cómoda. En esa posición, la superficie muestra una ligera pendiente al final de la misma. La rueda de repuesto de emergencia supone un desembolso extra de 100 €. Si se va a conducir en muchas ocasiones por caminos de tierra, recomendamos encarecidamente su adquisición.

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: convincente

Pasando al plano mecánico, la mecánica más interesante, por equilibrada, es la turbodiésel Energy dCi 130, de 1,6 litros y 130 CV. Déjame que te cuente que este propulsor de Renault cuenta con soluciones aplicadas en la Fórmula 1. La más destacada es la arquitectura cuadrada, es decir, el diámetro y la altura del cilindro miden casi lo mismo.

Siguiendo con estas tecnologías punteras, también hay que destacar la circulación de agua transversal, que permite utilizar una bomba de menor tamaño y más eficiente, y la reducción de rozamientos internos, a través de superficies especiales. Parece poco probable lograr un punto de partida más atractivo que este, ¿no crees?

En la práctica, el funcionamiento de este Energy dCi resulta muy sedoso. Se percibe muy poco dentro del habitáculo, incluso al arrancar, algo de lo que pocos modelos generalistas pueden presumir. También se muestra suave al subir de vueltas y, además, en este proceso exhibe mucha contundencia. La “patada” del turbo es notoria desde cerca del ralentí, cualidad que nos quitará preocupaciones a la hora de engranar la marcha más adecuada.

El remate lo pone un consumo muy, muy ajustado. Homologa 4,3 litros cada 100 kilómetros en ciclo mixto homologado, cifra más propia de un compacto que de un todocamino. La realidad no se aleja en demasía de este dato, pues no supone mucha dificultad rondar los 5,5 litros en una conducción normal, con más tiempo fuera de la ciudad que dentro de ella. Estoy convencido de que te agradará.

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: por el campo

Al ser un modelo con posibilidades camperas, hemos realizado un trayecto sencillo por caminos en buen estado. Nuestra unidad de pruebas solo ofrecía un eje motriz, así que no podíamos aventurarnos en kilómetros complicados. En general, el coche muestra una actitud previsible y acorde a lo que se puede presuponer. La suspensión trabaja bien, aunque hay que mostrarse cauteloso con los agujeros, pues el recorrido de la misma no es especialmente largo.

Los 200 milímetros de altura libre al suelo ayudan a ir descuidados y a no estar siempre pendientes de los bajos del vehículo. Si se van a afrontar cuestas, debemos adquirir el coche con la tracción 4×4, para superar a la primera y sin forzar el coche este tipo de obstáculos. Este sistema motriz incluye el modo “Lock”, que bloquea el reparto del par entre los dos ejes a bajas velocidades.

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: bien equipado

Si se excluye el acabado campero “Xmod”, el nivel “Zen” es el más caro de todos. A cambio, el nivel de exclusividad del coche gana enteros, al exhibir un equipamiento de serie muy completo. Quiero detenerme en el ordenador de a bordo, que informa sobre los litros de combustible que se gastan en el trayecto. Es un dato habitual en los Renault, pero no en el resto de las marcas.

También me ha gustado la información sobre el uso instantáneo de la potencia y el par máximo del motor. Para los que no sepan diferenciar estos dos conceptos, seguro que, a través de las dos barras digitales, los entienden mejor.

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: conclusiones

Como habrás podido comprobar, el Renault Kadjar apenas tiene que esconder lagunas. La durísima competencia en su segmento obliga a entrar en él ofreciendo muchos argumentos de compra y el galo lo hace en casi todos los apartados. El precio base de nuestra versión probada llega a 26.312 €, según el configurador “online” de la marca francesa, si bien hay variantes más asequibles.

Si buscas un coche de este tipo por confort de marcha, conducción sencilla y espacio, apúntalo en tu listado. Si sumas un propulsor de gasóleo muy recomendable, puede que el cóctel resultante ya resulte de tu agrado.

Por último, no quiero pasar por alto que el Kadjar se fabrica en la planta de Renault en Palencia. Lógicamente, no es un motivo fundamental de compra. A fin de cuentas, el coche te tiene que gustar, independientemente de donde se produzca, pero, en verdad, para algunos, su marca “made in Spain” puede suponer un valor añadido. Ahí queda el dato…

Renault Kadjar Energy dCi 130 Zen: equipamiento

DE SERIE: Airbags frontales, laterales delanteros y de cabeza delanteros y traseros, control de estabilidad ESC, anclajes Isofix en los asientos traseros, sistemas de alerta por cambio involuntario de carril, de reconocimiento de señales de tráfico y de monitorización de presión de los neumáticos, cámara trasera de asistencia al aparcamiento, asistente de luz de carretera, dirección con asistencia variable, climatizador automático bizona, control de velocidad de crucero con limitador, sensores de lluvia, iluminación y de aparcamiento delanteros y traseros, asientos delanteros regulables en altura, cristales laterales traseros oscurecidos, ordenador de a bordo, barras portaequipajes, Bluetooth, navegador, pantalla de 7,0 pulgadas, sistema de infoentretenimiento “R-Link” y llantas de 17 pulgadas .

OPCIONES: Pack Vision: techo panorámico y retrovisor interior fotosensible (650 €), Pack Safety: sistema de aparcamiento asistido y asistente de frenada de emergencia automática (400 €), Pack Asientos: asientos delanteros calefactables y reposacabezas “Gran Confort” (100 €), radio Premium Bose (450 €), llantas de 19 pulgadas (350 €), rueda de repuesto (100 €) y pintura “Rojo Deseo” (680 €).