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Realizamos la primera prueba del Skoda Vision X 2018

Prueba Skoda Vision X 2018, dinámica 2

“Por favor, no lo toquéis. Dejadlo así, como está”. Estas fueron las primeras palabras que salieron de mi boca cuando el responsable de Skoda España nos presentó a los dos diseñadores jefe durante esta peculiar prueba del Skoda Vision X 2018. Las caras de Dalibor Pantucek, encargado del exterior, y Dimitrios Darkoudis, responsable del interior, lo decían todo.

Texto: Karam el Shenawy

Prueba del Skoda Vision X: fotos

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Saben que el producto que presentaron en el pasado Salón de Ginebra y que ahora tenemos ante nosotros no solo es bueno, sino que también es atractivo. Es habitual que los concept car atraigan muchas miradas, pero en el caso del Skoda Vision X 2018 las alabanzas se incrementan. Más aún cuando el propio Pantucek nos confirma que “el diseño exterior del coche se aproximará, en un elevado porcentaje, al del vehículo del producción”. No nos dice qué ratio, pero podemos estar hablando de un 70%.

Prueba del Skoda Vision X 2018: esto no lo verás

Por desgracia para el futuro B-SUV de la firma checa, que se encargará de cerrar la terna de sus “primos hermanos” SEAT Arona y Volkswagen T-Cross, buena parte de los detalles que nos han enamorado desaparecerán. Nos referimos al llamativo color Flexgreen que decora su carrocería y que tiene efecto perlado, a las llantas de 20 pulgadas o a las barras de techo de estilo aventurero.

Tampoco estará la parrilla. El equipo de diseñadores de la marca ha invertido un buen número de horas en mantener aquí el mismo ADN del resto de modelos de la marca, con trece lamas dobles presidiendo dicho elemento. Pero la peculiaridad de este Vision X es tanto el material como la manera de realizarlas. Son de cristal y están fabricadas a mano, lo que ha obligado a tener un gran cuidado a la hora de montarlas. Según Pantucek, “es uno de los trabajos más meticulosos en los que he formado parte. Nunca antes habíamos hecho algo así”.

El resultado no puede ser más espectacular… incluso apagadas. Sí, porque esta parrilla esconde otra peculiaridad: su iluminación. Gracias a la tecnología OLED, la parrilla no solo se mantiene iluminada mientras el vehículo está en marcha, sino que ofrece una animación tanto al abrir el coche como al cerrarlo.

La parrilla cuenta con trece lamas dobles de cristal, realizadas a mano

Se trata de un conjunto externo con gran poder de atracción en el que tampoco desentona el techo en negro antracita o la iluminación general, con doble óptica tanto delante (con cierto parecido a los Hyundai Kona o Citroën C4 Cactus ) como detrás, donde evoluciona ligeramente el concepto de diseño estrenado en el Kodiaq .

Prueba del Skoda Vision X 2018: bienvenido al futuro

Si Dalibor Pantucek es consciente de que buena parte de sus ideas no se trasladarán a la realidad, Dimitrios Darkoudis sabe que casi la totalidad de las suyas no saldrán del concept: el habitáculo del Skoda Vision X 2018 poco o nada tendrá que ver con el del futuro B-SUV checo…

… Empezando por la disposición de las plazas. Los cuatro bacquets individuales dejarán paso a una configuración para cinco ocupantes, con una butaca trasera convencional. El maletero, con una capacidad en el concept que ronda los 400 litros, abandonará por completo su faceta ociosa para ser un espacio de carga normal (se desconoce todavía su capacidad). Con ‘faceta ociosa’, nos referimos a lo que esconde allí dentro: un par de patinetes eléctricos y un dron. No solo eso, sino que en los compartimentos laterales aparece un hueco para los cascos plegables y en los respaldos de los asientos delanteros, dos protectores de columna, ideales para hacer deportes de riesgo. Vamos, que Skoda sigue también evolucionando su concepto Simply Clever.

En el puesto de conducción, estilo minimalista combinado con tecnología. El cuadro de instrumentos digital se complementa con una pantalla central táctil de tipo flotante. Lo más probable es que desaparezca, pero sirve para conocer por dónde irán los tiros de los siguientes modelos de la firma (ojo con el Superb ). Tampoco se mantendrán los paneles LED con diferentes tonos en función del programa de conducción, ni la brújula electrónica situada en el techo, los mandos giratorios del volante o las inserciones en el mismo cristal de la parrilla.

Prueba del Skoda Vision X 2018: trifuel

Puestos a innovar, los ingenieros de Skoda también han querido que el Vision X sea reconocido por su movilidad. Este prototipo ofrece la posibilidad de funcionar con gasolina, Gas Natural Comprimido (GNC) o electricidad, de manera independiente.

El motor 1.5 TSI G-TEC es el encargado de cumplir con los dos primeros combustibles. Genera 130 CV y tiene un par máximo de 250 Nm. Hasta ahí, todo normal, ya que el propulsor recibe el ‘alimento’ bien del depósito de combustible o de los tanques de GNC situados bajo los asientos y el eje traseros (de esta form,a la habitabilidad no se ve comprometida).

El Skoda Vision X combina tres formas de propulsión: mediante gasolina, GNC o utilizando un motor eléctrico

La peculiaridad aparece a la hora viene de iniciar la marcha. Mientras que el eje delantero se mueve con dicho bloque, el trasero lo hace mediante un pequeño motor eléctrico que se activa en función de las necesidades: generar potencia adicional durante el arranque (efecto boost), mejorar la tracción en superficies deslizantes y mover el conjunto de manera independiente gracias a la energía almacenada en la batería de 48 V. Este acumulador también alimenta al otro módulo eléctrico situado en la zona delantera, que hace las veces de alternador y motor de arranque.

Este entramado mecánico ofrece tracción total, pero con la particularidad de prescindir del árbol de transmisión. De esta forma se ahorra peso y gasto de carburante. Y aunque no nos facilitan ese dato, sí sabemos que tiene unas emisiones de CO2 de 89 g/km. También nos confirman que este prototipo tiene 650 kilómetros de autonomía sumando sus tres formas de propulsión, ofreciendo unas prestaciones muy correctas, con un 0 a 100 km/h de 9,3 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h.

Durante la toma de contacto realizada en un hangar a las afueras de Praga, solo pudimos comprobar el excelente sonido del motor 1.5 TSI G-TEC (con un escape probablemente desprovisto de silenciador) y lo ágil que parece moverse… a los 30 km/h que le pudimos poner, aproximadamente. Una breve toma de contacto que sirve para que comience la cuenta atrás para la aparición del nuevo B-SUV de Skoda, ese que probablemente acabe bautizándose con un nombre en consonancia al de sus dos hermanos mayores (Kodiaq y Karoq)… aunque los nostálgicos vuelven a proponer Yeti.

Redacción

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