Ya tenemos fecha para la puesta en marcha de los dos nuevos radares de Madrid que medirán las emisiones contaminantes. Según publica el diario El Mundo, estos nuevos aparatos comenzarán a funcionar el próximo mes de junio.
El proyecto, denominado LIFE GySTRA, arrancará con la instalación de estos dos radares que comenzarán a recabar datos de las emisiones de los vehículos de la capital a través de 13 puntos secretos elegidos que irán alternando, según la misma información de El Mundo.
Se utilizarán para medir niveles de monóxido de carbono (CO), óxidos (O3), dióxidos de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión (PM)
Estos dispositivos serán capaces de medir las emisiones contaminantes de los vehículos que circulen por un solo carril. Gracias a la utilización de rayos infrarrojos y ultravioleta de baja intensidad, podrán detectar las emisiones netas del coche y descartar las del entorno cercano.
Aunque en un primer momento se afirmaba que serían utilizados para sancionar a aquellos vehículos que no cumplieran con los niveles de emisiones, finalmente no multarán a los conductores por este motivo. Al menos así lo afirma Pyramid Consulting, experta en recurrir y gestionar multas de tráfico, tras consultarlo con el Ayuntamiento de Madrid y su Concejalía de Medioambiente.
Según la información de Pyramid, la DGT no estaría involucrada en el proyecto
Una vez contactado con el Ayuntamiento, Pyramid afirma que la Concejalía de Medioambiente va a realizar pruebas con estos “radares” a partir de junio, pero en ningún caso se utilizarán para sancionar.
La finalidad de estos aparatos de medición de las emisiones contaminantes será “recabar datos” y no imponer multas como se había dicho en un principio, siempre teniendo en cuenta la información proporcionada por el centro tecnológico CARTIF, una de las entidades implicadas en el proyecto.
¿Qué deberían cumplir para poder multar?
Aunque la finalidad de estos dispositivos no sería la de sancionar, Piramid ha analizado las condiciones que deberían cumplir para poder multar. En primer lugar, al igual que cualquier otro radar o dispositivo “destinado a captar imágenes”, deberían estar debidamente señalizados o avisados; en segundo lugar, deberían someterse a controles metrológicos periódicos.
Para este último punto, sería necesario modificar la normativa de Tráfico, ya que en la actualidad no se contempla nada sobre la medición de los gases emitidos por los vehículos.
Consecuencias del uso de estos radares
Según los expertos de la compañía de recurso de multas, si estos radares llevaran a cabo sanciones, esto podría provocar la invalidación de las pegatinas de la DGT o, “al menos, hacer que dejen de servir como ‘rasero'”. Por otro lado, también podrían ser utilizados durante los protocolos anticontaminación ya utilizados en ciudades como Madrid o Barcelona.
