En el último lustro, la recaudación de los radares de la DGT ha aumentado en un 37 %. Solo durante todo el año pasado se ingresaron 164,2 millones de euros en concepto de multas impuestas. Este es el mayor incremento que se ha vivido en España de los ingresos que provienen de las sanciones.
A pesar de este aumento, la accidentalidad no se ha visto reducida en la misma proporción. No son pocos los fantasmas que “sobrevuelan” este tema, e, incluso, la propia Guardia Civil ha denunciado el afán recaudatorio de las sanciones impuestas. Desde la DGT defienden que solo se sanciona si existe una infracción, pero la función principal de los radares, que es reducir los accidentes de tráfico, queda en entredicho.
Una de las mayores fuentes de recaudación de la DGT
Desde el año 2012, el importe recaudado por las sanciones impuestas por los radares ha aumentado en 44,2 millones de euros, lo que supone más de un tercio extra en tan solo cinco años. A pesar de que la recaudación, históricamente, se incrementa año a año, nunca antes se había vivido una subida tan marcada como la de los últimos cinco años.
De esta forma, la recaudación de los radares se ha convertido en una de las principales fuentes de recaudación de la DGT. En 2016, las multas representaron el 41,5 % de sus ingresos, una cifra muy superior que la del año 2013, en la que suponían el 29,7 % de la recaudación total.
La modificación del plan de gestión de las carreteras ha sido uno de los puntos claves para incrementar esta recaudación, según la DGT, ya que los radares móviles se instalan ahora en vías secundarias, donde se produce una mayor siniestralidad. También apuntan a que la movilidad se ha incrementado durante los años 2015 y 2016 en un 9 y un 5 %, respectivamente.
Nuevos tipos de radares
A lo largo de estos últimos meses, la DGT ha instalado 277 cámaras radar para cazar si los ocupantes de un vehículo llevan puesto el cinturón de seguridad o si el conductor utiliza el móvil al volante. Entre ellas, 222 ya se encuentran en pleno funcionamiento. La sanción prevista para ambos casos es de 200 euros y la retirada de tres puntos del permiso de conducir.
Además, este mismo mes Tráfico ha anunciado que utilizará los lectores de matrícula presentes en las ciudades para comprobar si los conductores están al día de la ITV.
Próximamente, la DGT tiene previsto adquirir 60 nuevos cinemómetros. El aumento de la siniestralidad durante el año 2016 ha provocado que se tome esta nueva medida. Para ella, Tráfico ha destinado 1,5 millones de euros para su compra e instalación, aunque aún no han especificado qué tipo de radares serán.
