Por nuestra redacción han pasado concretamente dos unidades distintas. La primera en su versión con motor diésel de 131 CV, acoplado al cambio manual de seis velocidades.
El otro Renault Scénic probado también contaba con un propulsor de gasóleo, pero en este caso en su nivel de potencia de 110 CV y con el cambio automático “EDC” de doble embrague y siete velocidades.
Estas son las conclusiones que sacamos del nuevo monovolumen de la marca francesa.
Revolucionario diseño. El Renault Scénic ha ganado en su cuarta generación una estética mucho más atractiva. Si antes se mantenía fiel a la esencia del segmento, ahora tenemos un vehículo que se acerca a la moda de los SUVs. En realidad, lo vemos como una mezcla entre el Renault Kadjar (el SUV grande de la marca) y el Renault Espace (monovolumen un nivel por encima del Scénic).
Visibilidad. Desde la posición del conductor vas a tener una visión bastante completa de lo que te rodea. Si en la parte delantera (pilar A) apenas encontramos puntos “ciegos”, en la visión lateral (concretamente la derecha y en los giros cerrados a izquierdas) se ha reducido la intrusión del pilar B, con respecto a los otros monovolúmenes que hemos probado de la competencia.
Notarás cómo se absorbe de forma correcta todas las irregularidades que vayas encontrando en el camino y, lo que es mejor, podrás olvidarte del molesto balanceo al que nos tienen acostumbrados la mayor parte de los automóviles pertenecientes a este segmento tan familiar.
Pantalla multimedia de 8,7 pulgadas. De tipo táctil y en disposición vertical, permite acceder a todas las funciones del coche. La ruta del navegador, la personalización de los modos de conducción y las opciones de masaje, entre otras funciones, se muestra en esta moderna pantalla. Aquí también tendrás acceso a un panel que permite configurar su cuadro de instrumentación digital.
Acabado Edition One Energy. No es que no nos guste que lo tenga. Lo que pasa es que esta terminación tope de gama sólo está disponible para las versiones con motor diésel. Para las mecánicas de gasolina, como mucho podrás optar al acabado “Zen Energy” (para la versión TCe de 131 CV).
Par motor. Sus motores entregan el par motor máximo a revoluciones más altas de lo que podríamos esperar en algunos casos. En general, en las tres primeras marchas vas a notar un empuje algo más contenido, para después poder estirar las últimas marchas con más “ganas”.
Adiós a los asientos traseros individuales. En esta cuarta generación del Renault Scénic se recurre a una banqueta trasera, en vez de los asientos individuales que sí encontrábamos en el anterior. No es de los mejor configurados para llevar a tres personas en la parte de atrás.