El precio de la gasolina ha subido más del 12% en 2019, a pesar de que el petróleo es un 10% más barato que el año pasado.
Tras cuatro semanas consecutivas al alza, el precio de la gasolina ha descendido muy ligeramente estos últimos días, coincidiendo con el inicio de la operación salida de agosto. En concreto, el litro de gasolina se redujo un 0,15% (1,32 €) y el del gasóleo un 0,08% (1,21 €). Pero esta bajada se antoja insuficiente para los conductores
La subida del precio de la gasolina ha sido generalizada desde el mes de enero. Actualmente, llenar el depósito cuesta de media 7,8 euros más desde comienzos de año, lo que se traduce en un encarecimiento del 12,55% en el caso de la gasolina y de un 7,26% en el caso del gasóleo, según datos de la Comisión Europea. Unas subidas significativas, que no tienen una sola explicación.
La subida del dólar y los impuestos, principales causantes
En primer lugar, la alta demanda por el inicio de las vacaciones de verano que se produce todos los años hacen que las petroleras incrementen ligeramente los precios. Pero la subida sostenida de los últimos siete meses no puede justificarse sólo por este hecho.
Según el experto en energía Jorge Morales, la subida se ha acentuado por dos factores principales, según explicó en La Sexta. Aunque el precio del petróleo esté un 10% más bajo que en el mismo periodo del año pasado, su cotización en dólares y el cambio posterior a euros ha frenado esa bajada en la tarifa del carburante. Esto se debe a que el dólar está un 6% más caro que el año pasado.
A esto se añade la entrada en vigor el 1 de enero de la modificación del impuesto de hidrocarburos aprobada por el anterior Gobierno, que provocó el incremento de los precios un 2% en muchas comunidades autónomas. Todo esto hizo que en mayor se registrara el máximo anual en gasolina y gasóleo, con 1,43 €/l y 1,32 €/l respectivamente.
Menos cara que en el resto de Europa
Aun así, la gasolina y el gasóleo están más baratos aquí que en la mayoría de países de la Unión Europea. Sólo Luxemburgo, Austria y los países del este del continente, como Polonia o Hungría, tienen un precio por litro de carburante en torno a 1,10 y 1,20 €, 10 céntimos menos que en nuestro país. Esto se debe, principalmente, a la menor presión fiscal sobre los carburantes.
En cambio, países de nuestro entorno como Francia, Italia o Portugal cuentan con precios más altos: 1,52, 1,59 y 1,52 € respectivamente. En general, el precio de los carburantes está al alza en los países de la Zona Euro, mientras que en los que mantienen su moneda nacional se han contenido.
Comparar precios y reducir consumo
Expertos en carburantes como Jorge Morales recomiendan, ante los altos precios de la gasolina, comparar los precios finales de cada gasolinera, si es posible, ya que puede haber variaciones de hasta un 15% entre un establecimiento u otro.
Por otro lado, el ahorro de combustible dependerá, en gran medida, del tipo, uso y de la conducción del vehículo. Evitar conducir de manera agresiva, moderando la velocidad, y mantener en buen estado el coche (neumáticos con presión correcta, nivel de aceite y filtros del aire) son algunos de los principales consejos para bajar el consumo.
