Así se presenta el atrevido Toyota C-HR Limited Edition.
Entre las novedades que más han destacado en el Salón del Automóvil de Barcelona destaca una variante muy especial del SUV híbrido más vendido en nuestro país: el Toyota C-HR Limited Edition 2019. Se trata de un automóvil que no pasará desapercibido gracias a su pintura Amarillo Wasabi.
En total serán 2.000 unidades de esta edición especial la que se vendan en Europa, de las que 150 ya están asignadas para España. Esta es una acción que busca revitalizar el interés de potenciales clientes en el SUV urbano de Toyota.
Reconocible desde el exterior
La carrocería no sólo se baña en el llamativo color “amarillo wasabi” también incorpora detalles en contraste negro, como son el techo o las llantas de 18 pulgadas, así como las protecciones inferiores de plástico.
El interior también recibe equipamiento exclusivo, como los asientos deportivos con tapicería de Alcantara, y molduras decorativas negras. Con ello se logra mejorar el habitáculo para hacerlo más acogedor y confortable.
Centrada en la experiencia del sonido
La nueva edición limitada del Toyota C-HR se centra en el sonido como punta de su equipamiento al contar con un sistema desarrollado por el especialista JBL. Todas las unidades pertenecientes a la edición limitada contarán con este sistema y accesorios de la marca experta en sonido.
Los diferentes detalles que tendrá todo propietario del Toyota C-HR Limited Edition son unos auriculares deportivos, un altavoz portátil con sonido envolvente y unos altavoces de alta fidelidad para su vivienda; todos ellos fabricados por JBL.
Motorización sin cambios para el Toyota C-HR Limited Edition 2019
El Toyota C-HR Limited Edition 2019 no introduce ningún cambio sobre la planta motriz ya conocida. La cadena cinemática del modelo se compone por un conjunto híbrido capaz de aportar una potencia máxima de 122 CV.
Este se compone de un propulsor de gasolina con 98 CV de potencia máxima y 142 Nm de par apoyado por un motor eléctrico de 72 CV de potencia y 163 Nm de par. Este último puede actuar como generador o impulsor del vehículo.
La transmisión continúa siendo la ya conocida de engranajes planetarios, lo que permite el acople y desacople del propulsor térmico según beneficie a la marcha. En cuanto a la batería se utiliza un acumulador de níquel-hidruro metálico con una capacidad de 1,31 kWh.
