Volkswagen I.D. Buggy, una cuestión de actitud

Volkswagen I.D. Buggy, vuelven los buggys de los años 60.

El gigante alemán no se olvida de sus raíces ni de los vehículos que lo hicieron popular. Recupera un perfil de vehículo que gozó de un gran éxito allá por los sesenta. El Volkswagen I.D. Buggy es un vehículo de tipo buggy diseñado para disfrutar del tiempo de ocio aunque sin restar un ápice a su usabilidad en ciudad. Aunque la propuesta puede resultar un tanto extraña para moverse entre el tráfico de una urbe de gran tamaño.

Se trata de un concept car, la quinta propuesta de vehículo libre de emisiones de la familia I.D. basado en la plataforma MEB tras la presentación del I.D. (compacto), el I.D. Buzz (monovolumen), el I.D. Vizzion (berlina) y el I.D. Cross(SUV). Cuenta con una mecánica eléctrica de tracción total de 204 CV conformada por dos motores, cada una alojada sobre un eje, la misma que se emplea en el SEAT el-Born. No se han comunicado las prestaciones que tiene el modelo.

Ejemplo de un nuevo concepto

El Volkswagen I.D Buggy se presenta como un vehículo que recuerda a los buggys de los años sesenta que ya tuvo la firma alemana, aunque en aquella ocasión aprovechaban la base del Volkswagen Escarabajo para intercambiar la carrocería y adaptarlo a las necesidades de cada uno. Ahora sucede lo mismo. Tiene una base, el chasis MEB que incorpora las baterías eléctricas, en el que se puede intercambiar la carrocería.

Así, aunque este muestra un modelo descapotado, sin puertas, con dos asientos (aunque pueden ser cuatro), toda esta estructura está anclada y, llegado el momento, se podría cambiar por otra. Así, el Volkswagen I.D. Buggy presenta un cambio de concepto, uno tiene el chasis y le puedes colocar la carrocería que más necesitas según el momento. Volkswagen apunta a que estas carrocerías podrían no ser fabricadas por ellos, sino que está abierto a propuestas de otros fabricantes e incluso de start-ups.

En este caso, la carrocería con la que se presenta el modelo es una mezcla de aluminio, acero y plásticos. El interior es minimalista. Apenas cuenta con botonería. Y la disposición digital se ciñe a una pequeña pantalla que hace las veces de cuadro de instrumentos. Está preparado para soportar las durezas climáticas y de los elementos a los que se expondrá. Recordemos que está destinado a disfrutar durante muchas horas entre arena, barro y tierra. Y todo sin emisiones.

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